Con el título 'Aluminio y vidrio 2012' la Galería del Sol St. presenta los últimos trabajos, realizados a lo largo del último año por Isabel Garay, en los que la artista experimenta con las posibilidades del aluminio pulido y anodizado y el vidrio, las transparencias que generan y las múltiples opciones que presentan, en un aspecto totalmente nuevo de su trabajo. Las texturas de aquellos materiales, la geometría y el color en la presente ocasión se complementan armónicamente.

Isabel Garay continúa en sus esculturas su exploración con materiales de carácter industrial, donde el propio material empleado constituye un recurso expresivo en sí mismo y en este caso la innovación viene de la mano de su presentación, ... que no supera el ámbito del propio suelo, modalidad ya explorada en su Serie 'Barro y estrellas'. El conjunto de la exposición constituye una instalación en la que el color y la sencillez de las formas, reducidas a formaciones rectangulares ocupa el escenario expositivo.

Isabel Garay (Muzquiz, Vizcaya, 1946) ha desarrollado una trayectoria artística sin pausa y es una de las escultoras de referencia en el panorama artístico español. Formada en pintura y dibujo de la mano de Aníbal García en los primeros años 60, se instala en Santander y comienza sus primeras experiencias con la escultura, que complementa con la pintura que ya venía realizando años atrás. Es en este momento cuando desarrolla sus primeros contactos con materiales que le abren todo un mundo de posibilidades: la madera, el cincelado en piedra, el mármol, sus primeros ensayos con hormigón, su conocimiento de la fundición en bronce y el modelado del barro a la manera más clásica. A finales de los año 70, profundiza en la investigación de la cocción del barro a altas temperaturas y a partir de aquí este material será la base de su obra hasta los años noventa. En esta época es cuando inicia su actividad expositiva que le lleva a realizar muestras individuales en el Museo de Bellas Artes de Santander, la Fundación Botín, y participar de forma continuada en las décadas de los ochenta y los noventa en la Feria ARCO, de Madrid, así como otras ferias europeas de la mano de las galerías Trazos Tres, Carmen de la Calle y Edurne de Madrid, con las que expone regularmente. El Museo Nicanor Piñole o el Barjola en Gijón le han dedicado sendas exposiciones y su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas de ámbito internacional.

Su trabajo ha sido objeto de una forma de entender la escultura que la vincula con las tendencias minimalistas de los años 60, en lo que se refiere al uso de formas industriales sencillas, repetidas y a la importancia concedida al espacio y su uso de una manera general. Sin embargo, la artista realizó en el ámbito de la escultura contemporánea una importante aportación que consistió en su habilidad para manejar un material como el barro cocido, y desprenderlo de su peso referencial y su tradición, para concebir unas obras de carácter arcaizante en sus inicios, a las que rápidamente incorpora un nuevo material, el acero, como señala Hubert Besacier en el texto del catálogo de la exposición antológica celebrada en el año 1992 en la Galería Edurne de Madrid. Desde 1990 'su trabajo se desarrolla a partir de pequeñas piezas (frente a la monumentalidad de las creadas en barro y acero) compactas y densas'. 'Fugas' y/o 'Aire Armado' en los años 90, 'Módulo y materia' en el 2000, son algunas de sus series, barro refractario, formas geométricas elementales, hierro, acero cortén, corrugado y ahora, cristal y metacrilato, se aúnan en pro de una obra armónica.

Sus exposiciones han sido comentadas por críticos de arte como Francisco Barón o Álvaro Martínez Novillo, en ABC; Francisco Calvo Serraller, Javier Maderuelo, de El País; Javier Rubio Nomblot y Pablo Jiménez, de El Punto de las Artes, entre otros.