La muestra de Isidoro Valcárcel muestra una veintena de obras gráficas originales, a las que se añaden algunos textos firmados por el propio artista, cuyo trabajo a lo largo de más de cuarenta años, ha venido caracterizándose por su gran rigor y coherencia.
Los presupuestos del arte de Valcárcel suponen una actitud comprometida y alejada de los aspectos comerciales de la creación. Valcárcel nunca ha sido un artista cómodo. En 1996, el Reina Sofía, dirigido entonces por José Guirao, lo invitó a presentar un proyecto. Aceptó con una condición: para ejecutar su obra necesitaba los presupuestos reales -montajes, catálogos, transportes, seguros- de las últimas muestras realizadas en el museo madrileño. El Reina se negó a facilitarle esa información, que él consideraba de dominio público. Así empezó una particular performance que llevó al artista hasta el Defensor del Pueblo -que le dio la razón- después de reclamar ante el Ministerio de Cultura...y el Congreso de los Diputados. Ni qué decir tiene que la exposición, que hubiera colocado a Valcárcel Medina en el candelero, nunca se llevó a cabo. Para él, la obra resultante es la kafkiana correspondencia que mantuvo con todas las instancias interpeladas.
Entrada actualizada el el 03 jun de 2014
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