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Roto y Dorado.

El dolor que puede causar la perfección de la belleza es un temor continuo en la obra de Paco Lagares. Por ello en las imágenes que construye se esmera en esconder perfectas imperfecciones que trasladen siempre el mensaje de la fragilidad de lo bello y la belleza de lo imperfecto.

En esta exposición 'Metáforas y Metonimias' su colección de copas de cristal rotas en sagrarios de oro son imágenes portadoras de secretos profundos y antiguos con un doble mensaje; por un lado el del dolor de lo bello, por otro, el del inevitable y consolador atractivo de lo frágil.

Mi jardín.

Los doce dibujos de esta exposición son entretenimientos de un artista virtuoso ... en su jardín que juega a descubrir el jardín que hay dentro de los papeles que ha elegido.

La posibilidad de los jardines que pueden existir en los dibujos que muestra Paco Lagares en esta exposición, se sobrepone al concepto de composición, de técnica o de forma. Las ramas que surgen dibujadas desde los límites del papel llenas de hojas, incitan al espectador a tirar de ellas para ver más, para asomarse a ese jardín escondido detrás del blanco impecable del papel.

El sueño cotidiano.

Los cuadros cuadrados de cincuenta por cincuenta que en esta exposición construyen la luz son cinco y poseen toda la fuerza de la búsqueda de resolución de problemas.

Estos cuadros son admirables porque están sumergidos en la resolución de la creación de la luz, no de la iluminación ni del claroscuro. La exactitud de la composición y del color están en función de la búsqueda de nuevas imágenes en los caminos donde confluyen las realidades y los sueños sobre esas mismas realidades. Caminos en los que se aventuraron los artistas más grandes del primer Renacimiento.

Los juegos de libertad.

Por fin y como si entrara en un espejo, el espectador se encuentra en la exposición de Paco Lagares con los juegos de libertad del artista, donde el color y los laberintos de los sueños protagonizan imágenes fantásticas que despiertan al mismo tiempo el deseo de entrar en ellas y la frustración de no poder hacerlo por no tener, como Alicia en el País de las Maravillas, un pastel que pueda hacerlo realidad.

Los juegos de libertad de Paco Lagares son obras espléndidas que dejan traslucir junto a una sabiduría profesional impecable la apertura de amplios caminos en la búsqueda de nuevas imágenes para el Arte Contemporáneo.

Enhorabuena y mil felicitaciones.