Exposición integrada por cuatro jóvenes artistas (Loreto B, Albert Corbí, Fernando Gutierrez y José Enrique Mateo León), que inciden con sus propuestas, producidas para esta cita, en la capacidad transformadora y narrativa del proceso creativo.
La galería Raquel Ponce inicia la temporada con la colectiva 'En proceso. Disculpen las molestias', una exposición integrada por cuatro jóvenes artistas que inciden con sus propuestas, producidas para esta cita, en la capacidad transformadora y narrativa del proceso creativo. Sus obras pueden ser asumidas como consecuencias no cerradas de una labor que pone el énfasis en su despliegue y desarrollo.
La instalación de Loreto B (Burgos, 1976), Silencio entusiasta (2010), actualiza aspectos de la micropolítica de la posguerra española, en un pliegue de tiempos y espacios. Su formato instalativo se ampliará en un vídeo slowmotion que se configurará con las imágenes que la artista invitará a que los espectadores se tomen con una cámara fotográfica...preparada en la galería. El proyecto baraja cuestiones como el de la educación y las posibilidades de ver y ser visto, de desarrollarnos en un contexto común y público.
La entreplanta es el ámbito de actuación de Albert Corbí (Alcoy, 1976). Allí se despliega Estantería genérica para clase media después de un incendio, restos de un paisaje simulado, prefabricado y en contrucción. En el descenso, topamos con los pecios de una mueble a medio construir sobre el que se cernió la catástrofe. Conceptos que gravitan sobre el trabajo son los de paisaje artificial, arquitectura descendente, escalera extratemporánea y bajada a nuestro propio infierno.
En plena vorágine de la sociedad de la información, creemos estar informados, pero la velocidad a la que se suceden los contenidos impide la configuración de un mensaje estable y reflexivo. Dimes y diretes (2010), de José Enrique Mateo León (Ayamonte, 1976), es una instalación pictórica que incide en ese deseo por controlar el poder de la información y pone de manifiesto la dificultad de alcanzar dicha meta.
Finalmente, Fernando Gutiérrez (Oviedo, 1973), nos invita a penetrar en la vídeo-instalación Veranda (2010), un diario de apuntes de su creador desde la animación. La superposición de sus dibujos intuitivos y sus encuentros fortuitos dan una segunda oportunidad a su originario carácter residual. Convertidos en la base de un vídeo que se proyecta sobre las paredes, su contenido se renueva en el propio proceso de ejecución.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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