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'Solo siento que lo he conseguido cuando creo una imagen que no puedo dejar de mirar'

FUNDACIÓN MAPFRE presenta la primera retrospectiva en España de la obra del fotógrafo Adam Fuss (Londres, 1961). La exposición está organizada en estrecha colaboración con el artista y comisariada por Cheryl Brutvan, conservadora de Arte Contemporáneo del Norton Museum of Art de Florida y responsable de su primera retrospectiva en Estados Unidos.

La muestra comprende cincuenta fotografías del artista que datan de 1986 hasta la actualidad. Recorriendo sus series principales -Love 1992-1993, (Amor) o My Ghost 2000, (Mi Fantasma)- y presentando sus creaciones más recientes -Home and the World, 2010 (Hogar y el Mundo)-. La selección no solo reúne aquellas obras que el artista considera algunos de sus mejores trabajos, sino que, en conjunto, recrea el ambiente de un lugar sagrado donde se da la oportunidad de un diálogo entre la obra y el espectador.

El arte de Adam Fuss es una continua experiencia del artista con cada uno de sus trabajos, un corpus de revelaciones, en ocasiones fantásticas y a menudo inexplicables: la luz, el agua, las flores, los pájaros, los conejos o las culebras pueblan unas imágenes llenas de belleza y misterio.

A través de la naturaleza Fuss puede dirigirse en su obra hacia aquellos asuntos fundamentales que encarnan la esencia de la vida: el nacimiento, el amor y la muerte.

Metáforas y símbolos que se constituyen a través de una continua experimentación del artista con los medios y técnicas fotográficas: fotografías estenopeicas en blanco y negro, el fotograma o el uso del daguerrotipo son algunos de los ejemplos que hacen de Fuss uno de esos fotógrafos que rompe las barreras de la fotografía convencional y hunde sus raíces en los estudios de los pioneros de esta disciplina como William Henry Fox Talbot (1800-1877) o Louis Jacques Mandé Daguerre (1787-1851).

Esta decisión de utilizar medios históricos para realizar su obra no responde a un alegato contra la tecnología ni es una evolución del pensamiento romántico. Más bien, Fuss ha investigado sobre cuáles son los mejores medios que le permiten crear aquello que ha imaginado. El resultado son imágenes intemporales que constituyen la culminación de sus pasiones.

 Entre sus procesos predilectos está el fotograma, con el que Fuss comenzó a experimentar en 1988. En la exposición, su fotograma más temprano está representado por Invocación, 1992, perteneciente a una serie de siluetas de bebés.

Con este método, el artista ha creado abstracciones asombrosas, gracias a las distintas cualidades de los objetos que coloca sobre el papel fotosensible y a la duración de su exposición a la luz, recordándonos a las rayografías que hiciera Man Ray en los años veinte.

A través de la salpicadura de una gota de agua sobre una superficie plana que provoca círculos concéntricos, o a través de la silueta de un girasol que se descompone por la fuerza de la luz, Adam Fuss consigue imágenes de una abstracción casi desmaterializada que desconciertan al espectador.

En 1999 Fuss empezó a experimentar con el daguerrotipo, técnica que parecía muy adecuada para la serie titulada 'My Ghost 2000-2009, (Mi Fantasma)': imágenes de trajes de bautizo vacíos, mariposas o el cuerpo de un cisne con las alas desplegadas; temas todos ellos simbólicos, evocadores de la pérdida. Durante la producción de «Mi Fantasma», Fuss comenzó a explorar el trabajoso proceso del daguerrotipo, y lo alteró creando imágenes etéreas, azuladas, que parecen contradecir el deseo de permanencia del método fotográfico. La sensibilidad del artista para unir la imagen y el proceso es lo que ha producido estas imágenes que provocan ideas abstractas sobre el dolor y el amor perdido.

Una década después, como continuación a 'Mi Fantasma', el artista vuelve al daguerrotipo con motivos como un pavo real blanco o una vasija de cerámica. Pero es sin duda el trabajo sobre la imagen del Taj Mahal (10 daguerrotipos realizados a partir de un negativo del s.XIX) el más impresionante y simbólico de este periodo.

Mientras que sus imágenes resultan reconocibles, las asociaciones que encierran son metafísicas e incluso emocionales. Fuss ha dicho acerca de su obra: «Solo siento que lo he conseguido cuando creo una imagen que no puedo dejar de mirar. Siempre he necesitado hacer imágenes que tengan un sentido revelador para el espectador, concretamente yo. (...) Es más como la sensación de mirar el rostro de alguien muy bello; o, quizá, como cuando estás ante lo desconocido».

CATÁLOGO

Con motivo de la exposición se edita la primera publicación en lengua castellana sobre Adam Fuss con textos a cargo de la comisaria Cheryl Brutvan y de Christopher Bucklow, un glosario de técnicas fotográficas utilizadas por el artista a cargo de Celia Martínez Cabetas, así como una biografía y bibliografía redactadas por William Stover. En consonancia con la exposición este catálogo pretende ofrecer un profundo acercamiento a la obra del artista y se convierte en publicación de referencia en torno a la vida y obra de Adam Fuss.