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La exposición_ L'espace de l'écriture, comisariada por Gloria Moure, propone constatar cómo en los trabajos de Marcel Broodthaers (28 de enero de 1924, Bruselas - 28 de enero de 1976, Colonia) el nexo ha sido el lenguaje y la escritura. 'Escribir', nos dice, 'es organizar una relación', pero su escritura incluye de modo declarado la apertura de un espacio fundamentado en las estructuras del lenguaje. Este tema es el hilo conductor de la muestra. La estructura expositiva se desarrolla dentro de este concepto y a través de un entramado de ideas e intereses extraídos de los textos de Marcel Broodthaers. Las obras seleccionadas, objetos, impresiones fotográficas, grabados, diapositivas, ediciones, libros, ... instalaciones y films realizadas entre 1968 y 1975, corresponden a este tejido ideológico y se muestran en relación a cada uno de los diversos apartados de la exposición que diseñan el recorrido de la muestra: La espacialización del poema; El objeto y su imagen; Le Musée d'art Moderne; Concepto 'decor': la exposición. También se presentan dos de las salas, realizadas por Broodthaers, en la exposición Eloge du sujet que tuvo lugar en 1974, y se muestra la Salle Blanche, instalación que realizó para su ultima exposición L'Angélus de Daumier organizada por el Musée d'Art Moderne, Paris en 1975.

Su muerte prematura en 1976 lo convertirá en una figura de culto entre la clase artística internacional, tanto por la contribución que supuso la profunda transformación de la idea de arte en su obra, como por formar parte de la primera generación europea que resurge de la postguerra. Desde muy joven interesado por la poesía, se convierte él mismo en poeta y en ese sentido retoma la tradición de un segmento de la modernidad y de la vanguardia histórica cuyos referentes son Mallarmé y Magritte respectivamente. Publica libros de poemas, es reportero-fotográfico y crítico de arte. En 1963 unifica con yeso 50 ejemplares de su última reunión de poemas, Pense-Bête, y lo expone como escultura. Es así como se adentra en las artes plásticas.

No hay duda de que el entorno con que se encontró en la Bélgica de la postguerra, le colocó en una posición privilegiada para conceptuar el mundo y el arte desde una distancia sin sesgos. Broodthaers siempre ha mantenido incólume su pasión e interés por la poesía y la escritura (lo que esta exposición evidencia meridianamente). Esta pasión se concreta en términos de experiencia, de exploración y se asienta en la materia y en las imágenes más que sobre cualquier concepto. Sabedor adelantado de la fragilidad de todas las ideologías y desconfiando del determinismo, se sintió más cerca de la naturaleza que de las explicaciones ordenadas de ésta. Ante tal inestabilidad optó por la aventura de la participación en el proceso continuo de creación que es el mundo, armado de una sutil ironía, más positiva que negativa.

En Broodthaers sería un craso error hablar de sucesión estilística, primero porque el estilo en sí es objeto de sus ironías y segundo porque suele revisitar con frecuencia técnicas y planteamientos diversos. Sin embargo, sí hay predominios configurativos dentro de una pluralidad proverbial. La similitud iconográfica con el Pop a veces puede parecer clara, pero su objetivo es distinto, porque sirven más al juego ambiguo entre imagen y soporte, que a una magnificación de la imaginería de los medios de masas. Desde 1957, la inmersión en el uso del film resulta fundamental, utilizó el cine como una estructura de expresión, y logró una totalidad que entremezcla los espacios, las cosas, los objetos, las palabras y las audiencias a partir de una poética distanciada que no ocultaba el drama sino que lo enaltecía.

Nos introducimos en la exposición a través de La espacialización del poema un espacio de recogimiento, de lectura donde están Série anglaise (Ensemble en forme de neuf toiles) y Un coup de dés jamais n'abolira le hasard. Image, 1969. En esta obra Broodthaers toma el libro de Mallarmé y opera una separación entre el texto y la imagen del texto, la tipografía. De hecho traduce plásticamente, en forma de rectángulos la imagen del texto mallarmieano en el espacio de la página 'Mallarmé es la fuente del arte contemporáneo, inventa inconscientemente el espacio moderno. UN COUP DE DÉS. Será un tratado de arte'. La relación que Broodthaers establece con la obra de Mallarmé es compleja y poética, además de referente de la modernidad revisada, pero por encima de todo se percibe su interés por objetivar el espacio mallarmeano.

Su voluntad de producir confrontaciones entre objeto, imagen y signo es una constante en su obra. No hay mezcla más compleja que el fermento de asociaciones de imágenes, conceptos y materiales a partir del cual todo artista formaliza sus creaciones. Como se percibe en El objeto y su imagen, Broodthaers se interesa más por la relación entre fenómenos que por su nexo de causalidad, recrea por igual el orden y el desorden, y potencia la mezcla imprevista de imágenes y materia. Reconsidera el modelo de representación utilizando diversos medios para establecer la relación entre el objeto y la imagen de este objeto, y para subrayar la relación que existe entre el signo y el significado, practicando un caligrama en el que se encuentran simultáneamente presentes la semejanza, la afirmación y su lugar común.

Su talante de francotirador a caballo de los discursos y en la frontera marginal de estos, le hizo compartir con su época la desconfianza en las instituciones y en los modos codificados de pensar y actuar Le Musée d'Art Moderne no se trató de un paso más a lo largo de un camino sin retorno, el proyecto comienza en época tan temprana como 1968 y se simultanea con su otra producción plástica y literaria, hasta el año 1972 en que Broodthaers lo mostró en tres secciones de documenta 5 en Kassel, dando por acabado públicamente el proyecto.

En 1968 crea por primera vez el Musée en su propia casa con una treintena de cajas de embalar, que sirvieron anteriormente para transportar obras de arte. Las cajas llevaban estampadas las palabras 'picture', 'tableau', 'sculpture fragile', etc. y postales de obras del siglo XIX. Inesperadamente en 1975 produce la Salle Blanche y escribe sobre ella: 'Reconstitution, la plus fidèle possible (¿), d'un ensemble fait par l'artiste en 1968 qui s'attaquait, à l'époque, à la notion de musée et à celle de hiérarchie... C'est peut-être nécessaire, car aujourd'hui les trucs ne sont plus les mêmes'. Entre éstas dos formalizaciones de una misma manifestación, Broodthaers desarrolla a través de cartas abiertas, invitaciones, certificados y catálogos la difusión del Musée que en sí mismo es una parte esencial del proyecto.

En la trayectoria de Marcel Broodthaers las instalaciones y decorados son también esenciales para la subversión de las categorías artísticas. La idea de Concepto 'decor': la exposición, está presente en la muestra por un lado a través de piezas que el espectador irá encontrando como Jardin d'Hiver y las versiones del Musée; y por otro en el concepto de exposición tal como Broodthaers lo utilizaba como el caso de Le Corbeau et Le Renard, 1968 y dos salas de la exposición Eloge du Sujet, 1974.

El paso a intervenir en el espacio y convertir así una exposición 'decor' en obra, obedeció posiblemente a una idea de trayecto perceptivo basado, como poeta que era, en la idea de que la unidad fundamental de significado no es la palabra sino la frase. De manera que lo más importante es que somos capaces de hablar acerca de la realidad no solo porque los nombres denotan, sino porque las frases dibujan. Para que podamos decir cómo son las cosas también necesitamos ser capaces de poner las palabras en una relación particular entre sí. La exposición ha sido un espacio utilizado por Broodthaers a lo largo de su trayectoria artística a modo de jeroglífico, por su estructura de enigma el jeroglífico depende del orden del lenguaje. Este orden incluye una combinatoria una selección de objetos y de lugares, y tales objetos adquieren su valor a través de los lugares que ocupan.

A partir de 1974 inicia una serie de retrospectivas, diseñadas por él mismo, donde el espacio de la exposición se convierte en el espacio de la escritura, esta serie culmina con L'Angélus de Daumier, 1975. La frase 'Nouveaux trucs, nouvelles combines' que aparece en el catálogo de intenciones de la muestra, se repite en las presentaciones de cada una de las salas que componen la retrospectiva como anuncio a las diversas relaciones que establece entre las obras y el contexto. En referencia a la idea que subyace a la muestra Broodthaers nos dice: 'Elle est la quatrième de ce genre, ou j'ai tenté d'articuler différemment des objets et des tableaux réalisés à des dates s'échelonnant entre 1964 et cette année, pour former des salles dans un esprit 'décor'. C'est-à-dire de restituer à l'objet ou à la peinture une fonction réelle'.

Las apreciaciones posibles son variadas, numerosas y casi siempre superpuestas, pero como norma general tienen su origen en el equilibrio precario entre la ocultación y la visibilidad. Broodthaers apura ese equilibrio al máximo. Destruía cánones a la vez que establecía la indeterminación como un requisito indispensable de toda poética y utilizaba las ordenaciones como fermentos de poesía en lugar de como patrones. Demostraba como la política y la crítica son inseparables del arte incluso en una modernidad redefinida.

La comisaria y editora_ Gloria Moure es comisaria independiente, senior editor de Ediciones Polígrafa, donde dirige la ColecciÓn 20_21, y vicepresidenta de Barcelona Institute of Architecture (BIArch). Ha comisariado exposiciones sobre Marcel Duchamp, Sigmar Polke, Cristina Iglesias, Gordon Matta-Clark, entre otros reconocidos artistas internacionales. Además, ha escrito monografías y numerosos libros sobre arte contemporáneo, entre los que destacan los siguientes volúmenes: Vito Acconci, escritos, obras y proyectos; Behind the facts. Interfunktionen 1968-1975; Jannis Kounellis; Dan Graham.