Tras la primera exposición individual del poeta y artista Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) en el espacio de la galería en 1986, la Galeria Carles Taché tiene presenta su segunda exposición individual, titulada Joan Brossa. La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el próximo mes de enero, ha sido organizada con la inestimable colaboración de la Fundació Joan Brossa.

De todo el repertorio 'brossiano', la muestra se centra fundamentalmente en dos pilares importantes de su obra: los poemas objeto y los poemas visuales, vías que el artista comenzó a explorar a principios de los años cuarenta. Mediante una cuidada selección de obras de este tipo, la muestra propone una mirada al universo objetual, lingüístico y literario del poeta, de quien debemos destacar su afición por la magia y la prestidigitación.

La combinación inesperada de objetos es el procedimiento ... en el cual se basan sus poemas objeto. Son siempre combinaciones sugerentes que funcionan como una simiente natural para las asociaciones de ideas -asociaciones que el artista a veces acota con sus títulos, siempre agudos y perspicaces-.

La poesía visual es como un terreno de juego para Brossa. Esta se formaliza básicamente en papeles y cuadernos, formatos íntimos y directos. En sus poemas visuales Brossa plasma letras, palabras, el alfabeto, signos, logotipos, objetos, todo ello con una economía expresiva que convierte su lenguaje artístico en algo muy esencial (cosa que con los años convertirá al poeta en todo un referente del arte conceptual de este país y, sobretodo, del movimiento catalán de la década de los setenta).

Joan Brossa extrajo y plasmó en su obra todo el peso de la cultura popular (cultura que él asociaba al subconsciente), sabiendo ahondar en su identidad popular con ironía y al mismo tiempo cotidianidad.

Las grandes exposiciones en la Fundación Miró (1986) y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1991), supusieron el reconocimiento internacional a la carrera de este creador fallecido en 1998.