Ana Márquez, malagueña de la Serranía de Ronda y vallisoletana desde hace años, donde desarrolla su quehacer diario entre la familia, los amigos, el arte... Creativa, diseña su obra con sensualidad abrumadora, también con la ternura de un pincel de colores suaves y, a la vez, penetrantes.

Entre meninas figurativas -devoción velazquiana, andaluza y castellana-, paisajes de luz y paisanajes de vida interior, Ana Márquez despliega su amor a la vida con la fuerza de un clásico contemporáneo y se reivindica a sí misma como mujer y como artista.

Un lujo para la mirada; un placer para las sensaciones; una pausa para los sentimientos y nuestra paz interior.

Arturo J. Pinto - Periodista

El Arte bulle desde lo más profundo del núcleo creativo de un artista. Allí, donde solamente ... él, tiene acceso, y da a conocer su trama cuando la creación a llegado a su punto culminante.

Tuve la suerte hace años de conocer a Ana, recién aterrizada por estas tierras, de conocer su avidez, sus inquietudes, sus ganas de hacer, de prender... en pocas palabras de comerse el mundo. De pasar horas y horas pintando preguntando, absorbiendo como una esponja todo lo que veía y todo lo que oía, para probarlo y ver si la convencía ó no era lo que buscaba, y en ese ten con ten, daba con la resolución de su obra.

Ha pasado, por todos los estados de la pintura figurativa, dibujo, acuarela, técnicas mixtas, etc. etc. etc., ha bebido de los clásicos les ha estudiado, se ha adentrado en los Siglos XV, XVI, XVII, y ha interpretado desde un prisma moderno, actualizado y con una gran proyección, Las Meninas de Velásquez.

Y LAS MENINAS

Son el motivo de la Exposición de Ana Márquez, en el Magnifico marco de la Excelentísima Diputación de Valladolid.

Donde podremos ver, admirar y comentar la visión, su visión artístico-interpretativa, de la Obra Magna de 'LAS MENINAS DE VELAQUEZ'.

Ana ha llegado a una compenetración tal, que las ha modernizado, vestido, peinado, recreado de tal forma, que ha logrado, llevarlas a cuadros, joyas, y todos los tipos de soportes, que nos podamos imaginar, desde una técnica depurada, con cromatismo y luces suficientes, y un trabajo artístico que rezuma en cada una de ellas. Gracias Ana por enseñarnos Tú obra.

José Luis Rodríguez Posadas

Con motivo de la espectacular exposición de Ana Márquez, en la galería Movart de Madrid, comenté peculiaridades y técnicas de su obra pero, por síntesis necesaria de aquel entonces, omití con buen criterio que en el espejo multiplicador de sus creaciones también se irradia y conlleva:

Fuerza -que casi hace daño-, en color y trasparencias;

Belleza, que deslumbra -irremediablemente-;

Armonía, porque trasmite paz hacia muy dentro

Sonrisa, para enternecer rostros sin matices;

Luz interior -inaccesible-, que ilumina horizontes;

Esa voz grave, susurrante de paisajes sobrios, castellanos;

Sensibilidad, tallada en el escalofrío de sus joyas que pretenden, como en los sueños, poseer alma para nacer sobre una cálida piel, previsible de amor infinito.

Sí, la obra de Ana Márquez es mucho más de lo que dije y de lo que digo.

Miguel Ortizvalderrama