El retrato fotográfico se transformó rápidamente desde el inicio de la fotografía en una de sus cartas fundamentales en su lento camino para entrar en el cuerpo artístico. Ya en 1865, Julia Margaret Cameron decía: «Mi aspiración consiste en ennoblecer la fotografía y inscribir su particularidad y sus usos en las bellas artes asociando lo real y lo imaginario, pero, sin sacrificarle la verdad, a través de una entrega absoluta a la poesía y a la belleza».

A partir de ahí, los caminos del arte y de la fotografía no han dejado de vincularse en una relación fecunda que es el sujeto del proyecto El oído Interno.  «El arte es un metalenguaje, con cuya ayuda las personas intentan avanzar la una en dirección a la otra, estableciendo comunicaciones sobre sí mismas y adoptando las experiencias ajenas.». Nos dice Andrei Tarkovski, para, un poco ... más  lejos afirmar: «El poeta es una persona con la fuerza imaginativa y la psicología de un niño. Su impresión del mundo es inmediata, por mucho que se mueva por las grandes ideas del universo. Es decir, no «describe» el mundo, el mundo es suyo.»

Así estos retratos de artistas que presento, pretenden hablar del arte bajo sus múltiples formas y representaciones, para adentrarnos en esos mundos personales de la mano de sus actores, los propios artistas, que se integran, como en un juego de espejos en su propia obra o en una representación simbólica de su camino expresivo.