La sala de exposiciones de la Casa del Cordón la muestra "1860-1959. Cien años de pintura española en la Colección Gerstenmaier", compuesta por setenta y cuatro obras que permiten un recorrido por lo más significativo del arte español realizado entre los siglos XIX y XX.
La exposición, organizada y producida de forma exclusiva por la Fundación Caja de Burgos, repasa los principales géneros, las preocupaciones, debates y transformaciones que alentaron el progresivo cambio en la concepción del arte español entre la segunda mitad del siglo XIX y su prolongación natural hasta la década de los cincuenta del siglo XX.
Así, corrientes como el historicismo, el realismo, el orientalismo, el simbolismo, el modernismo y el impresionismo, así como estilos de vanguardia como el cubismo y el surrealismo, tienen su reflejo en la muestra.
En la exposición se dan cita muchos de los más destacados artistas de este período, como Sorolla, Picasso, Zuloaga, Solana, Darío...de Regoyos, Mariano Fortuny, Aureliano de Beruete, Juan de Echevarría, Isidre Nonell, Joaquim Mir Martín Rico, Carlos de Haes o Benjamín Palencia. De su mano asoman los principales temas, junto a las más relevantes cuestiones que caracterizaron el debate en torno al progreso de la pintura en España.
Una colección extraordinaria. En el año 2011 la Fundación Caja de Burgos produjo la muestra titulada Erlesene Malerei. Obras escogidas, que exhibió una cuidada selección de obras pertenecientes a la Colección Gerstenmaier. La cantidad y variedad de contenidos que alberga esta extraordinaria colección invitaba desde el primer momento a plantear diferentes recorridos por distintos aspectos del arte europeo. Uno de sus apartados fundamentales aborda un período y unos artistas no siempre bien representados en los museos y espacios públicos: la pintura española a caballo entre los siglos XIX y XX.
Esta singularidad de la Colección Gerstenmaier la hacía acreedora a una nueva exposición, máxime cuando los fondos relativos al siglo XIX y a la primera mitad del siglo XX no han dejado de incrementarse desde la primera colaboración con la Fundación Caja de Burgos, con incorporaciones singulares de artistas imprescindibles para el arte español, algunas de cuyas obras permanecían a día de hoy inéditas.
LA EXPOSICIÓN
EL ALMA DESVELADA. Visiones de España. Adentrarse en el arte español entre los siglos XIX y XX conlleva abordar una serie de temáticas que le distinguen del realizado en otros lugares de Europa. España busca en el arte la razón de su propio ser, incluso de su existencia como nación, buceando en las claves de su pasado. Tres son los artistas que de un modo más acusado protagonizan el debate artístico de este período: Darío de Regoyos, Ignacio Zuloaga, y José Gutiérrez Solana. Resultan fundamentales también para comprender esta época el gran retratista Juan de Echevarría y Aureliano de Beruete, que recoge el alma del paisaje castellano.
DE ROMA A PARÍS. Modernidad y clasicismo. Italia fue desde el Renacimiento una cita obligada en la formación de los artistas españoles, pero a finales del siglo XIX el eco clásico se antojaba para los renovadores una pesada losa. La modernidad se situaba en París y desde allí llegarán a nuestro país los nuevos lenguajes plásticos. Pero en Roma también confluyeron artistas capaces de avanzar hacia nuevos territorios, como Fortuny, Pradilla o Sorolla. Moreno Carbonero, Martín Rico, Joaquim Mir y Anglada Camarasa, también representados en la exposición, son otros autores que ejemplifican esa tensión entre el realismo y los nuevos conceptos de la luz y el color.
LO NUEVO Y LO PROFUNDO. Color, pincelada y atmósfera. A veces parece que el arte realizado entre los siglos XIX y XX fuera pura dialéctica. A los impresionistas se les reprocha su individualismo feroz, su huida de todo conflicto en una época de convulsión; pero el impresionismo también trajo consigo una manera distinta de ver el arte. Sin duda el gran pintor impresionista español de la época es Joaquín Sorolla, cuya manera de captar la luz, de reflejar la naturaleza y los cuerpos desnudos, ha prendido con fuerza en nuestro imaginario colectivo. Los paisajes de Aureliano de Beruete, Francisco Pradilla, José Garnelo y Manuel Benedito, son otras piezas destacadas de esta sección.
LA VANGUARDIA AFIANZADA. En los primeros veinte años del pasado siglo, la propagación de los lenguajes artísticos de vanguardia resultaba una tarea heroica en un país que desconfiaba de lo extraño, y que no reconocía más arte que el académico. En esas difíciles circunstancias, Picasso transforma el arte para siempre con el cubismo, pero será el surrealismo el que se erija en la más nacional de las corrientes de vanguardia. Óscar Domínguez, Torres García y Benjamín Palencia son alguno de los autores que integran esta sección.
A la llamada Escuela de París pertenecen dos pintores de aliento cubista: Ginés Parra e Ismael González de la Serna, cuya obra cierra la exposición 1860-1959. Cien años de pintura española en la Colección Gerstenmaier.
Entrada actualizada el el 28 may de 2015
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