Para su tercera exposición individual en Luciana Brito Galería, Tiago Tebet presenta una selección de siete pinturas de variadas dimensiones y una escultura, todas de 2017. Las obras tienen en común (que entre sí y con su producción anterior) la motivación de establecer un diálogo con la cultura popular, particularmente la de las afueras de São Paulo, y con elementos arquitectónicos. Formalmente, están unificados por su proceso creativo, que utiliza la destrucción y la deconstrucción como una técnica constructiva.
Más que una investigación basada en colores o temas, estas pinturas revelan la dedicación del artista al proceso performático de la creación pictórica, que exige la total abdicación de cualquier control que se tenga sobre el resultado final. La exposición reúne obras creadas siguiendo dos procedimientos esenciales. El primer conjunto se produce a través de la preparación del lienzo con pasta de engobe, a la que se añaden muchas capas de pintura...multicolor, que posteriormente se lijan. El proceso puede repetirse tantas veces como sea necesario. Las capas se agregan con la única intención de ser excavadas posteriormente, en un proceso que se asemeja a una especie de arqueología actual o la construcción de una ruina.
El segundo grupo de pinturas se realiza a través de la fijación, en la parte posterior del lienzo, de las piedras utilizadas para la construcción y el acabado de las paredes en la periferia. Al frente del lienzo, Tebet agrega pintura al óleo de diferentes tonos de gris, que luego diluye con más delgado, revelando el relieve de las piedras fijas en la parte posterior de la pieza. Si, al principio de su trayectoria, el artista ilustró o representó elementos arquitectónicos de las afueras de Sao Paulo, ahora estas referencias esenciales comienzan a integrar el cuerpo de las obras, convirtiéndose en materialidad y dejando atrás el dominio de la representación.
Si bien la destrucción y la deconstrucción se utilizan como un medio para la creación de nuevas pinturas, no se las considera como críticas a la historia del arte ni a la muerte del género; el artista simplemente está haciendo uso de técnicas que ya están establecidas para alcanzar un nuevo punto en su poética. Estos procedimientos de destrucción, ampliamente aceptados en el sistema de arte contemporáneo, se asocian con métodos de construcción populares (como el spackling, la aplicación de pintura con espátulas y paletas, etc.), creando un encuentro entre culturas populares y eruditas, uno que siempre ha estado presente en El trabajo de Tebet, anteriormente en el campo de la representación, ahora en la fisicalidad y la performatividad de la pintura.
Más allá de cuestiones inherentes a la práctica pictórica, borrando los límites entre lo académico y lo popular, y observando la fluidez entre contracultura y corriente, Tebet comparte inquietudes que son pertinentes a su tiempo y generación, que aborda a través de estrategias intemporales puestas en su propio voz: el humor como forma crítica y la revelación de lo que se ignora a través de contaminaciones e hipérboles.
Entrada actualizada el el 16 nov de 2017
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