Invirtiendo el exhibicionismo de la muestra personal, Agencia en porvenir plantea un ejercicio de recuperación y agenciamiento del trabajo de Javier Peñafiel, donde ensayo y biografía se hibridan, centrando la atención en los característicos «enigmas» que lo habitan. A través de estas frases, radicales en lo ambiguo y que encierran auténticos ensayos críticos sobre la contemporaneidad, la exposición reflexiona acerca del porvenir que nos ocupa.
Agencia en porvenir deviene así un proceso de investigación, un espacio de intercambio, relación personal y acción colectiva que, apostando por habitar las utopías heredadas por realizar, se traduce en un dispositivo sin ansia de productividad, con voluntad de comunicar sin proselitismo y con el deseo de avanzar tareas del porvenir, atendiendo el presente para no postergar.
Después de una inmersión en el trabajo del artista y una negociación personalizada, cada curador se convierte en «intruso bienvenido» y desarrolla una propuesta de actuación específica que interpreta, actualiza...y amplia diversos aspectos contenidos en la labor del artista. La exposición se convierte de esta manera en un espacio de compilación e intersecciones, en un protagonismo compartido por complicidades con una densidad polifónica que anula el monólogo y propone diferentes velocidades de lectura.
En El trabajo, entonces, inaccesible para el capital, Clàudia Elies propone unas cartografías de la productividad; a partir de un texto de Javier Peñafiel dedicado a Manel Clot, Montse Pijoan plantea Pura coincidencia, donde se piensa la curadoría manteniendo una situación de expectativa; en La fuerza de la articulación, Lourdes Soriano investiga acerca de la posibilidad de otra oralidad; Madre nube, la intervención de Rita Rakosnik, sugiere un ejercicio de ilusión biográfica que gira entorno a dos conceptos clave: ternura y acumulación; por último, Raquel Soto explora diversos mecanismos de desdramatización a través de Dolore.
La publicación, una nueva producción próxima a la categoría del libro de artista, en la que diseño y edición son fruto del trabajo a cuatro manos entre el artista y el diseñador Reynaldo Costacurta, se concibe como un dispositivo que permite acoger de forma desarrollada los agenciamientos del equipo curatorial y la selección de un glosario de enigmas, convirtiéndose así en un componente crucial del proyecto. No todo el glosario visible y no todos transparentes. De este modo, el libro es un material más de la exposición y los agenciamientos son la exposición escrita, en porvenir, en escribir.
La muestra contempla, además, una actividad bajo el título Nunca más un público ausente y el subtítulo Ternura y acumulación.
Entrada actualizada el el 20 jun de 2017
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