En esta muestra titulada “Cada vez que respires” Gabriela Francone presenta animaciones e imágenes digitales, en las que utiliza y reflexiona a un tiempo sobre nuevos valores de cambio y de tráfico simbólico, disponibles en la web.
Escenarios urbanos sombríos y arquitecturas suspendidas se alternan en secuencias realizadas a partir de la intervención de material virtual preseteado.
En esta oportunidad un “Kit para la construcción de un campamento postapocalíptico”, “Trash” y una joven muchacha que baila en loop “midnight moves” entre otros.
Escenarios secretos por Horacio Zabala
Las obras recientes de Gabriela Francone son modelos reducidos de “escenarios” poblados de “actores y actrices”. Estos simulacros visuales resultan de múltiples operaciones sucesivas desde la computadora, a partir de una “materia prima electrónica” disponible on line. Las obras de la artista se pueden considerar el resultado de una post-producción, esto es, de una transformación y desviación de productos que se exhiben, circulan y están en venta,...listos para consumir. Su lenguaje poético recrea (transforma y desvia) estos productos standard para que aparezcan “narraciones” por imágenes, fijas y móbiles. Esto entraña elegir, combinar y trasplantar, reciclar, ensayar y volver a ensayar la “puesta en escena”. O sea, poner en juego relaciones invisibles entre imágenes visibles para que nosotros las miremos y pensemos una y otra vez.
Nos acercamos a cualquiera de sus escenarios para gozar de su contemplación, buscar una interpretación, hacer una experiencia estética: vemos que son composiciones estructuradas y ordenadas, con detalles precisos y equilibrados. Los paisajes son urbanos o desérticos, ambos con personajes que se mueven con lentitud, aparentemente en silencio, ausentes y pensativos y con
casi imperceptibles conexiones con el entorno. Esta atmósfera enrarecida, intensa e inquietante nos permite (nos exige) asociar libremente y descubrir alusiones múltiples a temas de la historia del arte moderno y no-moderno: la pintura de paisajes, la pintura metafísica, el realismo impuro, la danza, la mímesis, los objetos encontrados, el erotismo, la cosmética, la tradición de la fotografía retocada, el teatro, el diseño, la moda, el montaje cinematográfico, el collage, el readymade.
Ante tanta diversidad de referencias a la historia del arte, se les podría aplicar una suerte de “principio de incertidumbre”. Pero el mismo principio también se puede aplicar a su obra. En efecto, en sus escenarios, es imposible identificar un significado dominante y sólo uno. Cuando en una obra de arte hay pluralidad y heterogeneidad, nada se debe excluir, todo se puede incluir.
Si la belleza es una promesa de felicidad, como afirmó Charles Baudelaire, tal vez cada uno de estos bellos escenarios oculten un enigma. Su solución podría ser también una promesa de felicidad. A quienes elijan observar un escenario con atención e intención les será revelado el secreto de su enigma. Pero a una sola persona a la vez.
Imágenes de la Exposición
Gabriela Francone
Entrada actualizada el el 27 sep de 2016
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