Con motivo de su exposición El Misterio del Perro de Sol que puede verse actualmente en el Museo ABC de Madrid, entrevistamos a The Children Pox, colectivo formado por los hermanos Glass: Alejandra Freymann y Juan Zamora.

Beatriz Alonso: Lo primero de todo, me gustaría daros las gracias por acceder a esta entrevista. Hace tiempo que desde nowwwh barajamos la idea de iniciar una sección de entrevistas y vuestra exposición El Misterio del Perro de Sol nos ha parecido un gran momento para 'estrenarnos'. Empecemos,  ¿podéis presentaros brevemente y contar cómo iniciasteis esta andadura en conjunto?

Juan Zamora: Muchas gracias por vuestro interés, un placer colaborar con vosotros. Pues me presento: Soy Juan Zamora y me dedico a esto del arte, que nadie sabe muy bien qué es. También doy clase en la universidad, eso es algo menos confuso, creo. Actualmente resido en Nueva York gracias a una residencia en ... el ISCP de Brooklyn y doy clase en la Long Island University. Alejandra y yo nos conocimos en Lisboa en el 2009 con motivo de la exposición Luces, cámara, acción (Solo Projects de Artelisboa) comisariada por Óscar Alonso Molina. Nos hicimos amigos y luego hermanos; intercambiábamos dibujos de forma natural para contarnos historias y conversar. Poco a poco, la cosa fue creciendo y empezamos a crear historias más complejas basadas en nuestros alter egos (Josephine y Victor Glass). Óscar nos propuso trabajar  en torno a la idea del ciclo Conexiones, que es escoger una pieza del Banco Santander y otra del ABC y elaborar un proyecto artístico entre ambas y El Misterio del Perro de Sol es el resultado del proyecto.

Alejandra Freymann: Fue poco a poco. Nos conocimos hace unos años en Lisboa, empezamos a hacer algunos dibujos juntos por ver qué salía, y el caso es que nos gustó mucho el resultado y decidimos seguir adelante. Como algo paralelo a nuestras carreras. Con el tiempo nos dimos cuenta de que habíamos consolidado un mundo particular, el de los hermanos Glass, y que podíamos dirigir nuestra atención en un proyecto más concreto. Y así es como nació El Misterio del Perro de Sol.

B.A.: Entonces, ¿El Misterio del Perro de Sol es un proyecto que existía antes de la invitación de Óscar Alonso Molina al programa Conexiones del Museo ABC o surge ex profeso para esta exposición?

J.Z.: Parte de un hecho anterior al proyecto: Nuestro encuentro con un perro de sol de verdad en el cielo. Partimos de esa aventura que nos sucedió en la vida real para elaborar la historia del proyecto.

A.F.: Fue un proyecto ex profeso para el ciclo de Conexiones. Hasta entonces habíamos trabajado exclusivamente con dibujos, algunas series habían surgido como un trabajo bastante homogéneo pero no nos planteamos el hecho de trabajar en un proyecto tan cerrado hasta que tuvimos la oportunidad de concretar nuestra primera exposición como The Children Pox, aunque, como bien dice Juan, la idea viene de una experiencia anterior.

B.A.: He leído que hasta este momento habéis trabajado de manera anónima. ¿Decidís visibilizar vuestro trabajo en colectivo a raíz de esta invitación o ya os lo planteabais previamente?

J.Z.: Fue a raíz de esta invitación de Óscar, estábamos esperando una ocasión especial y esta era la idónea.

A.F.: Nos lo habíamos planteado antes, pero queríamos esperar la ocasión más adecuada. Supongo que al no ser un trabajo individual, queríamos asegurarnos de que lo que hacíamos podía desembocar en algo más concreto y este fue el momento perfecto.

S/T, dibujo sobre papel, 2012

B.A.: Me gustaría preguntaros por Óscar Alonso Molina. Creo que él os ha apoyado desde el inicio de vuestras carreras individuales y resulta muy interesante que sea a raíz de una invitación suya cuando decidís también visibilizar vuestro trabajo juntos. Tengo la impresión de que lo afectivo tiene un peso importante en esta relación profesional y esto me parece muy importante porque yo no entiendo el comisariado si no es desde esta postura. ¿Cómo es la relación entre vosotros y cómo creéis que su apoyo os ha influido? No me refiero tanto a que os haya invitado a formar parte de proyectos comisariados por él, sino, más bien, a una cuestión de haceros seguir adelante, creer en el trabajo, etc.

A.F.: Desde luego es una influencia de lo más positiva y una suerte poder trabajar con él en todos los sentidos. Yo lo conocí cuando estaba a punto de terminar la carrera, en ese momento tan incierto en el que te preguntas cómo vas a salir adelante con tu trabajo, y el interés que siempre ha demostrado ha sido sin lugar a dudas un gran apoyo y un incentivo muy constructivo. Valoro muchísimo su opinión y al cabo del tiempo es cierto que valoro nuestra relación en términos afectivos. Entre los tres hay una muy buena amistad que hace que trabajar juntos sea siempre una suerte y pienso que eso potencia mucho nuestra labor profesional. En cierto modo sientes que trabajas 'en casa'. Con total libertad y al mismo tiempo con el apoyo de una opinión constructiva en la que confías. Un buen equipo.

J.Z.: Sí, como bien dices, lo afectivo tiene un peso importante. Yo tengo muchísimo cariño, respeto y admiración por Óscar y siempre es un verdadero placer trabajar con él. Fui su alumno en la facultad y siempre supo ver (y hacerme ver) qué era lo fundamental en las cosas que hacía (y hago), y por donde podía o no seguir. Para mí es una PERSONA fundamental en mi camino (profesional, vital, como queramos llamarlo), y es quien mejor entiende mi trabajo. Gracias a él, Alejandra y yo nos conocimos en Lisboa y ha sabido de nuestras historias contadas a cuatro manos desde entonces, por lo que no podíamos desear mejor compañía que la suya para la presentación de nuestro colectivo. Nos sentimos muy afortunados de conocerle y de poder trabajar con él.

B.A.: Volviendo a la exposición, habéis señalado que esta se estructura a partir de la elección por vuestra parte de una obra de la colección Santander y de otra de la colección ABC. ¿Cómo fue esta experiencia de ejercer de comisarios de estas colecciones para este fin en concreto?

A.F.: Fue bastante sencillo y natural, la verdad. Nos lo planteamos de la misma forma que dibujamos. Cada uno debía elegir una pieza de una colección. La idea era que uno encontrase el escenario y el otro el personaje en torno a los cuales se iba a desarrollar nuestra historia. Juan dio con ese maravilloso castillo custodiado por lobos y yo no dudé en elegir el cuadro de Pepita en cuanto vi el fantasma que aparece a su espalda. Y la verdad es que la combinación de ambas obras nos hizo volar la imaginación desde el primer instante.

J.Z.: Decidimos que Alejandra elegiría una pieza del Santander y yo una del ABC, por la cercanía profesional de cada uno con la entidad correspondiente. Así, uno escogió un personaje y otro un decorado (paisaje) donde transcurriría la historia. La verdad es que dicha elección fue sencilla y la conexión entre ambas funcionó a la primera, ya que Alejandra y yo tenemos como una telepatía instantánea a la hora de trabajar que hace que todo fluya muy rápido, es un gusto trabajar con ella. En mi caso estuve dos días buscando (físicamente rebuscando entre dibujos) en la colección del ABC una imagen que tenía en la cabeza..., un paisaje romántico, tenebroso, que dejase pie a la imaginación..., lo encontré y resultó perfecto para la imagen que Alejandra había elegido de la colección del Santander.

B.A.: Entonces, ¿conocisteis desde el principio la obra que había elegido el otro?

A.F.: Tengo una memoria de pez. La verdad es que no me acuerdo... ¿Será posible? Creo que las elegimos más o menos al mismo tiempo, así que no sabíamos muy bien lo que escogería el otro.

J.Z.: Sí, la historia parte de ambas imágenes, las pusimos en común en cuanto las elegimos para poder trabajar en torno a algo más cerrado, aunque sigue estando muy abierto. Las elegimos al mismo tiempo más o menos.

B.A.: Y, a partir de esa puesta en común, ¿iniciáis el intercambio de dibujos?

J.Z.: Así es. Aunque ya teníamos una idea previa y dibujos previos, algunos de los cuales modificamos o no para la historia que empezábamos entonces...

A.F.: Exacto. Bueno, tras una tormenta de ideas alrededor de las dos obras, abrimos una línea narrativa muy abierta a partir de la cual empezamos a dibujar.

B.A.: De cara a la realización de los dibujos, ¿mantuvisteis esa idea de que uno se ocupara del escenario y otro del personaje o no había pautas de antemano...

J.Z.: No había pautas, libertad absoluta...., y confianza absoluta el uno en el otro, que es lo más importante.

A.F.: Sí, la verdad es que no nos imponemos pautas. Es como si trabajáramos con una mente y cuatro manos.

Un castillo en una montaña, dibujo sobre papel, 2012

B.A.: De manera que era todo un misterio abrir una de esas cartas y ver cómo había intervenido cada uno de vosotros en los dibujos. Este misterio potencia un juego muy interesante, primero entre vosotros y después con el público al que le dais un sinfín de preguntas sin resolver. ¿Habéis recibido algún tipo de información sobre las reacciones de los visitantes a la exposición?

J.Z.: Sí, la verdad es que nos lo pasamos muy bien. También hemos trabajado de manera directa, uno enfrente del otro, dibujando e intercambiando el dibujo que el otro acababa de realizar, estando la sorpresa siempre ahí. Por lo que sabemos está gustando mucho y a la gente parece interesarle, hecho extraño en el arte contemporáneo que nos hace estar muy contentos.

A.F.: La verdad es que todas las noticias que me han llegado han sido buenas. Casi todos coinciden en el hecho de que nuestras manos se diluyen en cada dibujo de modo que no se nota realmente qué es de quién. Haber conseguido esa unidad es lo que creo que hace que funcione tan bien. El hecho de trabajar en un dibujo o en una serie de dibujos sin controlar hacia donde puede ir deja un espacio abierto a que el misterio se manifieste por sí solo. Si dejas esa puerta abierta en el momento de trabajar, el resultado siempre va a llevar parte de ese misterio y el espectador lo nota.

B.A.: Este método de trabajo que habéis seguido incorpora a los dibujos conceptos como lo inesperado o lo incierto, características intrínsecas a nuestro tiempo. Me gustaría haceros alguna pregunta más relacionada con el contexto actual. ¿Cómo veis el momento de incertidumbre por el que atraviesa el ámbito artístico profesional en España y cómo pensáis que esta situación puede afectar al tejido que mejor o peor se ha conformado en los últimos años?

A.F.: La verdad es que yo lo veo de forma más bien optimista. Tenía que ocurrir algún tipo de cambio (en todos los sentidos, no solo en el ámbito artístico) y a pesar de que esté ocurriendo de esta manera y como tú has dicho estemos pasando por una época incierta, y yo añadiría oscura, pienso que es un momento que debería ser aprovechado como una brecha en la que puedan generarse situaciones que den paso a lo nuevo. 'Lo nuevo' no entendido como lo novedoso, es decir, no como la engañosa imagen de tendencia que se ha perpetuado los últimos años, que ha sido siempre epidérmica, sino a un profundo cambio en la manera en que nos acercamos a las cosas, en este caso al arte, a la imagen y a la relación que guardan con el espectador, el mercado, la institución, etc. No sé hacia dónde pueden ir las cosas realmente pero creo, espero, que convulsione el tejido que se había conformado en los últimos años y de alguna manera se 'limpie', se reestructure y dé paso a algo bueno.

J.Z.: Sí, estamos viviendo un momento muy incierto en muchos sentidos..., la situación es para estar asustado y no salir de casa (de tus padres en su mayoría, lamentablemente). En el arte, yo personalmente creo que el sistema que ha mantenido el arte hasta hace unos años está muriendo (si es que no está ya muerto) y está creciendo algo nuevo en su lecho, lo cual siempre es bueno; los cambios son absolutamente necesarios. Intento ser optimista, así que veo la situación (crisis) como un lugar perfecto para la creatividad. Lejos de quejarme lo veo como la gran oportunidad de poder crear algo nuevo y mejor. Creo que ahora nos han dejado espacio para aportar nuestro granito de arena, así que debemos ocupar ese espacio para pensar y hablar de cosas de verdad. Así que, en resumen, creo que la situación es para bien.

B.A.: Alejandra, tú has vivido en diferentes ciudades y, Juan, tú ahora vives en Nueva York. Partiendo de este conocimiento de diferentes realidades locales, ¿podríais destacar un aspecto que encontréis positivo en el contexto artístico de España y otro que consideréis que deba mejorar con cierta urgencia?

A.F.: Me llama mucho la atención el hecho de que en España exista una comunidad artística más bien fácil de abarcar en su conjunto, es decir, todo el mundo se conoce y más o menos se sabe en qué está trabajando quién y existe comunicación. Este sería el aspecto positivo, si no fuera porque hasta el momento esto no nos ha servido para verdaderamente darle un sentido y proyectarnos hacia fuera. Y este sería el aspecto negativo que urge cambiar. No existe una visión clara de lo que se hace en España porque la comunicación entre la comunidad artística es débil, fragmentaria y no se construye como un tejido claro. La comunicación existe, pero debería ser más sólida y generar un espacio de trabajo más fluido.

J.Z.: Sí, ahora estoy viviendo en Nueva York y la verdad es que estoy creciendo mucho, es necesario tomar distancia para ver las cosas. Como aspecto negativo, creo que en España tenemos ese prejuicio tan nuestro de pensar que lo de fuera siempre es mejor, y no es así. Tenemos artistas españoles buenísimos haciendo un trabajo excepcional (ese es el aspecto positivo) y tenemos que apoyarnos y valorarnos entre nosotros, cosa que no hacemos y la competitividad nos hace enemigos. Creo que deberíamos mejorar la comunicación entre nosotros sin esperar mediadores. Aquí se hace de manera muy espontánea, casi todos los días alguien habla de su trabajo en su propia casa o estudio y la gente (artistas, curadores, directores de museos, etc.) van a escucharle, se dialoga, se bebe, se critica, se crece. Eso es lo que necesitamos.

B.A.: Para terminar, ¿podéis adelantar brevemente en qué proyectos estáis trabajando en este momento?

A.F.: Como The Children Pox estaremos en Mayo en la feria Swab en Barcelona con algunas  piezas del El Misterio del Perro de Sol y con una muestra de nuestro trabajo individual en el Stand de Art Nueve. Y, por mi parte, inauguro el 9 de Mayo una intervención mural en la Casa Encendida, como parte del ciclo En casa, del gesto preciso al instante comisariado por Tania Pardo.

J.Z.: Participamos como artistas por separado y juntos como The Children Pox en SWAB (Barcelona) con la Galería Art Nueve, y el próximo 11 de Mayo presento en el ISCP de Nueva York el proyecto PLAY DEAD que estoy desarrollando aquí y que me tiene completamente absorbido.

B.A.: ¡Suerte con esos proyectos! Muchísimas gracias. Me lo he pasado genial preparando y haciendo esta entrevista.

J.Z.: ¡Mil gracias a ti!

Realizamos esta entrevista entre risas y emoticones el 28 de abril de 2012 a través de Skype.