Paulo Licona presenta en esta nueva exposición individual una ambiciosa intervención del espacio de nuestra galería. En una muestra que cuenta con trabajos en escultura, pintura e instalación, Licona nos ofrece una revisión de algunos leitmotivs de su práctica artística de las dos últimas décadas. Retomando por ejemplo las casas, las rampas, las piñatas y el famoso “Amor” de su antiguo colectivo Todopipas, Paulo nos invita a una exposición que habla de destrucción y muerte, pero también de la potencia de estas dos fuerzas, en principio negativas, para reconstruir y lanzar la creación artística en un proceso de reinvención y renovación. El título de la exposición, “Devolviendo lo obligado”, nos puede dar una pista sobre la intención del artista: Se trata tal vez de devolverle al arte, a las cosas que produce el arte, un lugar de autonomía una clase de potencia que les pertenece sólo a ellas por fuera de los caprichos del autor.