En un tiempo de sequía La última serie de María Berrio comenzó con el uso de algunos de los dioramas encontrados en el Museo de Historia Natural de la Ciudad de Nueva York como punto de partida. Desde allí, permite que su propio mundo se filtre en esas escenas icónicas, alterándolas de tal manera que se transformen en algo completamente suyo. Muchos de los símbolos y temas de sello de Berrio todavía están presentes. Las representaciones de mujeres poderosas, quizás arquetípicas, miran fijamente al observador, proyectando una fuerza inquebrantable de voluntad y de espíritu. Las naturalezas muertas del mundo animal se han convertido en rumiantes sobre el lugar de la humanidad dentro de él, sobre cómo cada uno se influye mutuamente. Así como los dioramas de los museos sirven de contenido educativo romántico para emular un sentido de "estar realmente allí" para el espectador, las piezas de Berrio emplean el...realismo mágico para comentar cómo la evolución de la humanidad se ha descontextualizado como un animal vivo, completamente separado del orden natural de el mundo. Se deja al espectador para determinar qué está vivo o una figura taxidermied y vestida. Berrio también parece estar comentando cómo estamos convirtiendo nuestro propio entorno en un diorama: atrapar a nuestra realidad real en un espacio con seguridad curated, reducir la majestuosidad de un atardecer a un puesto de medios de comunicación social, sin nunca realmente participar con lo que está allí. La experiencia ha sido filtrada y suplantada por una realidad virtual. Sin embargo, los dioramas son sólo un trampolín para los temas y las ideas que parece que Berrio quiere abordar, y ella se niega a confinar sus trabajos dentro de las limitaciones estrechas de una caja de vidrio. Tome la pieza de la cual esta serie toma su título, En un tiempo de sequía. Dos cabras de montaña miran hacia abajo a dos mujeres, una de las mujeres en decúbito sobre rocas, mientras que otra tiene dos cabras jóvenes de montaña, un niño colgando por las piernas de cada una de sus manos. Su belleza, sus lujosos colores y ricos detalles, se contrapesan con algo vagamente más oscuro. La aparente inocencia de las jóvenes representadas en la obra no puede desmentir el hecho de que la idea de un sacrificio viene a la mente, ¿pero quién se sacrifica ya quién? ¿Es un asentimiento feminista a la historia de Abraham e Isaac, tal vez uno visto a través de los ojos del carnero? ¿O ha devuelto la niña con seguridad a los niños a sus padres, restaurando la naturaleza a su lugar legítimo - un gesto de paz, o de contrición, en nombre del mundo humano? El tema general que se encuentra en las obras de Berrio es una ambigüedad incómoda entre nuestra especie y la naturaleza. Esto se ve en la pintura En un tiempo de sequía, pero se encuentra a lo largo de todo el espectáculo, tal vez mejor ejemplificado por el este de la Luna, al oeste del sol. Representando a una mujer que lleva a cabo las manos con un oso, su título viene de un cuento de hadas noruego sobre una muchacha campesina cuyo el padre la casa apagado a un oso a cambio de riquezas. En este trabajo, la mujer mira fijamente al espectador impávido, una mirada que proyecta fuerza y valentía. Sin embargo, no sólo el oso, sino el panorama de las montañas, revelan que está enredada en un entorno donde la naturaleza es también una fuerza poderosa. No está claro si se trata de una simbiosis ideal o una tragedia romántica, una relación armoniosa o abusiva. Quizás ella y el oso miran desafiantemente juntos desde la caja de dioramas en que los hemos colocado. O tal vez la mirada desafiante está dirigida a sus circunstancias dentro de su mundo, una batalla de voluntades, un poderoso ser vulnerable ante la fuerza, pero se niega a someterse independientemente.
Entrada actualizada el el 11 oct de 2017
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
