-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Después de unos años pintando con la música del compositor francés Olivier Messiaen, presento ahora esta nueva serie de pinturas y dibujos llamada intimidad. El diccionario de la Real Academia Española define intimidad como “amistad íntima. Zona espiritual íntima ... y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”. Es precisamente una “zona espiritual íntima” lo que pretende ser esta exposición, este conjunto de obras realizadas de octubre de 2001 a octubre de 2002.

Como punto de partida he utilizado imágenes personales, fotografía privadas, tomadas en la convivencia diaria de mi mujer. En ellas hay mucho de retrato familiar, de cotidianeidad, acaso de autorretrato. Son escenas que no pretenden ser en exceso narrativas ni contar una historia o describir una situación, sino sugerir un ambiente, una percepción instantánea, difusa, a veces más onírica que real. Son realmente un fondo para los cuadros, la piel del lienzo sobre la que, posteriormente, surgirán las caricias del color y los gestos pictóricos.

Es esta la primera vez que utilizo las imágenes directamente impresas en el soporte. La idea de abordar con el gesto y el color una superficie ya cuajada de contenido, obviando el tópico del lienzo en blanco y sabiendo del riesgo de la superposición de planos diferentes, hacía de esta aventura un reto: el de la combinación directa, sin artificios ni planificación, del plano real y del gestual, de lo figurativo por un lado y lo abstracto por otro.