A partir de una estructura efímera, que envuelve al monumento en homenaje a Henry Dundas en St Andrew Square -en el centro económico de la ciudad-, se construye un relato que reflexiona sobre la relación entre el monumento y la nueva agrupación. La enorme columna de piedra transmite una ideología, habita un espacio simbólico y condensa una situación de poder; la estructura de madera que lo acompaña nos remite a los orígenes de su construcción evidenciando su naturaleza al tiempo que nos adelanta el riesgo de desmoronamiento de esta construcción desmesurada.
Mientras el icono urbano aún resiste en mitad de la plaza, un supermercado en desuso en la periferia servirá como espacio de exhibición para un proyecto que procura cuestionar la estructura urbana, las pautas que generaron su planificación y los cambios que los símbolos están sufriendo.
La columna de piedra que sostiene a la escultura es rodeada por una estructura provisional,...un armazón vacío que crea un umbral, un espacio que amplía el centro de la plaza. La estructura de madera no entra en contacto con la sólida piedra del monumento, aproximándose sin permitir el roce. Parece abrazarlo en la distancia para, una vez se cumpla el desplome anunciado, seguir edificándose gracias al vacío de un monumento convertido ahora en ruinas de piedra.
La arquitectura anexa se presenta como una forma de construir deseos, quebradiza y distanciada del poder tan solo unos centímetros; como una utopía, un deseo tenaz que siempre fracasa pero que resiste gracias a que parece cumplir una función.
No dejar caer columnas.
Entrada actualizada el el 20 mar de 2018
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