Con intereses, procesos y técnicas distintas, nos muestran en esta exposición, parte de la variedad que existe entre artistas que comparten lo que supone ser una sola categoría: La pintura realista.
Tanto Felipe Cooper como Daniel Rodríguez y Francisco Uzabeaga coincidieron, durante la década del 2000, en la carrera de Licenciatura en Arte en la Universidad de Chile. Ya habían optado, sin embargo, por formaciones distintas: tras egresar de Ingeniería Agronómica, Cooper estudió tres años de Licenciatura en Artes, para luego realizar el Magíster en Artes Visuales; Rodríguez, en cambio, previo a titularse de Licenciado, lo hizo de Diseñador, para más tarde realizar el Magíster en Artes Visuales. Uzabeaga, por su parte, tras estudiar en el Experimental Artístico durante la Enseñanza Media, ingresó a la carrera de Licenciatura en Artes.
Los tres desarrollaron distintos intereses vinculados al realismo pictórico: Cooper desde un cuestionamiento de su poder representativo; Rodríguez con una investigación de...las sucesivas decisiones y procesos que sufre la imagen para llegar a convertirse en un paisaje-pintado; Uzabeaga representando la naturaleza fallida del modelo impreso en revistas ochenteras.
Los tres se vincularon con un modo distinto de abordar la práctica pictórica: Cooper sin matar la tela, dibujando a mano y buscando el color-valor en un mínimo de capas; Rodríguez proyectando el dibujo sobre la tela y pintando en varias capas sucesivas; Uzabeaga proyectando el dibujo sobre una tupida cuadrícula, matando la tela con una aguada y pintando cada sub-unidad antes de pasar a la siguiente.
Los tres establecieron temáticas distintas: Cooper ligado al objeto; Rodríguez al paisaje y Uzabeaga a la escena impresa, y cada uno definió una forma propia de concretarla: Cooper en instalaciones con objetos, fotografías o videos; Rodríguez sumando habitualmente pequeños módulos que se exhiben contiguos formando largos paisajes; Uzabeaga pintando generalmente en grandes formatos y mostrando, en oportunidades, el proceso pictórico y la cuadrícula implícita en éste.
Sus acabados son también distintos. Mientras Cooper finaliza sus pinturas cuando el objetivo de engañar al ojo se cumple a una distancia que él determina en cada instalación, Rodríguez y Uzabeaga, aunque de manera muy dispar, optan por un detalle que permite descubrir matices a centímetros de la superficie de la pintura (Rodríguez matizando atmosféricamente y Uzabeaga logrando extrañas atmósferas producto de la acumulación de sub-unidades).
Para ser distintas las cosas necesitan parecerse. Es difícil comparar un lápiz con una sandía porque no encontramos categorías comunes sobre las cuales establecer sus diferencias. De este modo, podríamos pensar que la cercanía formal en los trabajos de estos tres pintores motivaría establecer sus diferencias, pero la tendencia a la rápida clasificación y la tentación a agrupar en estrechas categorías suele predominar.
De esta irónica cruzada reivindicatoria de estas diferencias, surge el título: "La Tiranía Realista".
Entrada actualizada el el 29 ago de 2016
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