Estar lejos de internet es poder apartarnos, al menos por un tiempo, del incesante flujo de información efímera. Alejarnos del “ruido digital” que nos demanda una constante atención, que nos exige estar permanentemente alertas al correo que seguramente recibiremos, al próximo mensaje, la próxima imagen, el nuevo “me gusta”, la noticia que lo cambiará todo.
La mayoría de las obras de esta muestra han sido pintadas durante una estancia en la residencia para artistas São João. Ubicada en una histórica hacienda cafetera en São José do Vale do Rio Preto, Brasil, se halla sumergida en un paisaje de colinas, bosques y arroyos, sin mucha conexión con el exterior.
Estas pequeñas obras, más que un diario de viaje, constituyen inventarios de viaje. Pintadas con vibrantes colores en gouache sobre papel, muestran multitud de objetos y seres nítidamente dibujados. Obras con una marcada influencia de Matisse (su Le nu rose de 1935 se halla...reproducido en una de las pinturas) son, en su gran mayoría, descripciones de los distintos ambientes de la residencia. Muchos de ellos remiten a la vita contemplativa: imágenes, cuadros, afiches y sobre todo numerosos libros nos hablan de una temporalidad que no es la efímera del mundo digital de internet. Animales, plantas, elementos de cocina y materiales para el trabajo artístico, nos remiten al contacto con lo real, con los olores, los sabores, las texturas, la densidad de la vida.
Entrada actualizada el el 27 feb de 2018
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