Todas las obras, de origen musulmán, se representan en su estado actual por lo que los lienzos unen la evocación de esas magníficas piezas de infraestructura hidráulicas de la Granada medieval con el retrato contemporáneo de sus formas y estados de conservación.

La impronta del artista se materializa en una pincelada corta, de colores suaves y luz blanquecina que resalta la arquitectura del aljibe, motivo principal que centra la composición, al que se añade su escenario urbano o paisajístico. Todo es representado con gran minuciosidad y precisión, cualidades que también encontramos en los marcos que completan los lienzos, cada uno diferente, grabado acorde con el aljibe al que enmarca, por medio de ornamentaciones tomadas del mundo musulmán o inspiradas en el mismo.

En definitiva, cada cuadro se trata de una pieza única en la que el pintor, a través de la representación de este ... motivo arquitectónico funcional y cotidiano, nos revela con una mirada nueva algunos de los más bellos rincones de Granada