La exposición es una ”retrospectiva concentrada” de este artista americano y alemán, maestro de la Bauhaus y una de las figuras más peculiares de la vanguardia histórica internacional.
La exposición recoge unas cien obras que representan los diferentes medios en los que el artista trabajó, así como los principales motivos y temas de su obra: figuras y personajes urbanos, arquitecturas, barcos y trenes, y paisajes y marinas
El catálogo que acompaña a la muestra constituye la primera monografía en español del artista. También se publica la edición semi-facsimilada en castellano de Lyonel Feininger. La ciudad en los confines del mundo, publicado originalmente en 1965 con textos y fotografías de dos hijos del artista.
Bajo el título "Lyonel Feininger: cómics, juguetes, dibujos y pinturas", el Museu Fundación Juan March, de Palma, presenta, a partir del 14 de junio y hasta el 14 de octubre, una cuidada selección de obra de Lyonel Feininger (1871-1956),...una de las figuras más peculiares de la vanguardia histórica internacional.
Aunque Lyonel Feininger nació en Nueva York, sus padres, músicos de origen alemán, quisieron que se trasladara a Hamburgo para completar su formación musical cuando tenía tan solo dieciséis años. Esa especie de doble pertenencia, americana y alemana, marcaría tanto su vida como su obra. En Alemania, Feininger decidió dedicarse al arte y se adentró en un género por aquel entonces incipiente: la tira cómica. Sus dibujos satíricos y sus viñetas no tardaron en ser publicados en revistas alemanas y francesas como Ulk [Broma], Lustige Blätter [Páginas cómicas] o Le Témoin [El testigo]. En 1906, poco antes de mudarse a París, firmó un contrato con el Chicago Sunday Tribune, para el que Feininger creó The Kin-der-Kids [Los niños Kin-der] y Wee Willie Winkie’s World [El mundo del pequeño Willie Winkie], tiras que se cuentan entre las manifestaciones más tempranas del cómic universal.
Pero Feininger fue dejando de lado la caricatura para volcarse, de forma natural y progresiva, en la pintura. Aunque en sus primeros cuadros mantuvo todavía un vínculo con la caricatura, centrándose en escenas callejeras y personajes exagerados, entre 1906 y 1908 trabajó en una línea más abstracta, adoptando un lenguaje basado en las líneas rectas y los planos fragmentados de color; una suerte de cubismo expresionista figurativo y prismático con vetas románticas y mágicas, que se convertiría en una de sus marcas originales.
En 1919, Walter Gropius invitó a Feininger a formar parte de la Bauhaus, junto con Klee, Kandinsky y otros artistas, concretamente para que dirigiera el taller de grabado, del que Feininger fue maestro hasta su cierre en 1932 por las autoridades nacionalsocialistas. El trabajo en la Bauhaus le hizo desarrollar en profundidad la técnica del grabado en madera a la fibra, lo cual le permitió ahondar también pictóricamente en el juego de planos. Con la llegada del nazismo, su arte fue tachado de “degenerado” y en 1937 Feininger decidió regresar a Estados Unidos, donde viviría hasta su muerte en 1956.
Lyonel Feininger: cómics, juguetes, dibujos y pinturas es como una “retrospectiva concentrada” de la trayectoria del artista, con cerca de cien obras que permiten recorrer tanto los diferentes medios en los que el artista trabajó, como los principales motivos y temas de su obra: figuras y personajes urbanos, arquitecturas, barcos y trenes, y los paisajes y marinas.
En la Fundación Juan March, en Madrid, se ha podido ver, entre el 17 de febrero y el 28 de mayo de este año, la primera retrospectiva en España de Lyonel Feininger (1871-1956), que recogía cerca de 400 obras representativas de las múltiples facetas de Feininger como pintor, grabador, dibujante, caricaturista y pionero del cómic.
Entrada actualizada el el 14 jun de 2017
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