Sobre el trabajo de Matias Tomás en Big Sur
Dibujar no es dibujar, dibujar es buscar en el ojo y en el cristal húmedo esos lugares en dónde quedó un trozo de vida. El dibujo es la escritura que se esparce en el fulgor de la huída. Se dibuja con el cuerpo y el vértigo mal aparentado de la intimidad que fluye en la boca del subte, se dibuja al ritmo hipnótico de las paredes mal pintadas, del látex en las incursiones nocturnas. Se dibuja en medio de la lluvia de los cuerpos autistas, cuya carrera matutina se puede comparar al desfile de ceniza en los poemas de George Trakl. Se dibuja de a fragmentos en la taquicardia de alguna experiencia, en el olvido de lo que ha sucedido y en el olvido por suceder.
Y sin embargo, después de todas estas afirmaciones, todavía hay preguntas que brillan en la punta de...la lengua: ¿cómo dibujar correctamente este tiempo?, ¿cómo dar cuenta de los fantasmas, simulacros y transformaciones del cuerpo en mercancía?, ¿cómo pensar un trayecto que ya ni siquiera es un trayecto, sino la ilusión de una velocidad?.
No soy dibujante ni artista como Matías Tomás para responder estas preguntas, mis relaciones no son otra cosa que relaciones corporales, es decir, relaciones de infancia: la escritura dibuja en mi otro tipo de escritura en la que se quiebran formas fijas y gramáticas.
Es desde esta perspectiva que, junto a Álvaro y Matías, quisimos armar una muestra que funcione más como un ensayo visual que como una exhibición, y así representar con imágenes nuevos significantes a partir del adelgazamiento de las palabras, producto de la velocidad y circulación de las contingencias.
La selección de dibujos surgió con la intención de corrernos del ordenamiento narrativo, demostrando de esa manera lo complejo de la enunciación en el trabajo de Matias Tomás. Quisimos decir en imágenes lo que no se puede decir con la lengua, e imaginar un trabajo que suprima las distancias entre hechos y palabras. Buscamos pensar otro mapa del oficio artístico, otra cartografía perceptiva del gasto del tiempo que significa la juventud. Queremos llevar las disputas subjetivas de estos dibujos no solo a los balbuceos de territorios alternos, sino a un entrelazamiento de conceptos reales y oníricos que incluyen el sexo, la vergüenza, el fracaso, lo biográfico, la incomodidad, los amigos y la libertad de no someterse al discurso dominante y disciplinario de los formatos. Queremos representar las palabras de Matías Tomás que cuando describe su trabajo, habla de un “un conjunto de conceptos errados, dibujos malos, flasheos”.
En una época de orfandad estas imágenes son un ensayo de sobrevivencia. Un espectáculo poéticamente libre y monstruoso de las ficciones que nos envuelven.
Victor Lopez Zumelzu, septiembre 2017
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Big Sur galería de arte contemporáneo y poesía:
Director:
Alvaro Cifuentes
Victor Lopez Zumelzú
Pasante: Bett Pavetti
Flyer: Rubén Zerrizuela
Agradecimiento: Fundación Proa
Entrada actualizada el el 22 oct de 2017
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