De nuevo se muestran las instantáneas del fotógrafo Salvador Gómez, fotos que capta en sus numerosos viajes y que nos presenta en la exposición tan llevada y traída por los más diversos sitios del territorio nacional e internacional: “Oler, Oír, Ver Marruecos…”.
Las fotografías de Gómez suelen ser el devenir diario del país vecino, fuera de los grandes circuitos turístico y las postales más habituales de las guías de viajes. Ésta exposición es una visión realista y cargada de lo que el nombre de la misma nos viene a decir, “sensaciones” intentando trasmitirlas a través de la particular mirada del fotógrafo Salvador Gómez.
Dicha exposición la componen unas 40 fotografías en color y blanco y negro, acompañándose también de una pequeña muestra de los objetos que el fotógrafo suele traerse de sus visitas al país Alauita, algunos objetos típicos y comunes que no hace tanto tiempo eran de uso común en nuestro...país y otros mas tradicionales y exclusivos del Marruecos, también se ambienta la misma con música que nos trasporta al país vecino, siendo una muestra para todos los sentidos, no solo para la vista.
Todos los sentidos puestos en un país que me fascina, esto es lo que me ofrece Marruecos y lo que intento transmitir con estas instantáneas. Marruecos se tiene que vivir con todos los sentidos, con sus luces y sus sombras, aunque eso depende de quien lo visite, siendo sombras para algunos, lo que para otros como yo, es su cultura en estado puro y sin censuras.
Con estas instantáneas muestro mis reiteradas visitas a Marruecos, sorprendiéndome en cada nueva estancia en el, dejándome llevar por todos sus rincones, alejados del turismo, y sin guía alguno, solo paseando por sus pueblos, carreteras y calles, viajando con ellos de la misma forma y sin aduladores que me quieran llevar a esos sitios más turísticos y no tan puros.
Sin ningún tipo de miedo o problema con ello, algo que parece nos venden en muchos sitios del mundo, perdiéndonos con esto la esencia de cualquier país y más aún en Marruecos.
Paseando por las calles en las cuales trabajan, oyendo los sonidos de los oficios que en nuestros países “modernos” ya se han perdido, reviviendo con estos sonidos épocas pasadas, pero que en Marruecos son el presente, un presente que es un arte hasta en la forma de trabajar cualquier material, cuero, hierro, barro o la elaboración del tan aromático pan.
Degustando en sus calles sus comidas tan elaboradas, disfrutando de todos los olores que surgen de esos puestos callejeros, involucrándome en el devenir diario de sus gentes, interesándome por los detalles que pasan desapercibidos por comunes, y fotografiando los rostros de las personas que en tan fascinante país viven mostrando en su mirada, la… ¡Esencia Viva de Marruecos!...
Entrada actualizada el el 24 mar de 2015
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