La creadora asturiana Begoña Muñoz ocupa espacialmente LA SALA DE BLAS, el nuevo espacio expositivo independiente que ha sido recién inaugurado. Rastros es el epígrafe utilizado por esta artista que quiere ser ante todo una propuesta de desapropiación, un juego sin reglas que se establece a modo de llamada seductora de objetos e imágenes distribuidos aleatoriamente en torno a un sofá, eje en torno al cual se construye la instalación y elemento esencial de la misma. Rastros ocupa el espacio instaurando un ejercicio de desapropiación procesual de lo personal que pretende abrir nuevas vías para la presentación, contemplación y divulgación de propuestas de arte actual en un microcosmos rodeado de granados que bien pudiera haber sido gabinete de curiosidades allá por el siglo dieciocho. Porque esta muestra está llena de salpicaduras de imagen sobre los paramentos verticales. Juguetes usados. Juguetes, herramientas y trastos viejos que se ofrecen a nuestra mirada...como mercancía de compra-venta, objetos hallados en puestos de mercados al aire libre, en el rastro. Unos intactos, otros rotos, otros como nuevos, alguna que otra reproducción icónica, cosas personales en desuso...
Un juego de seducción que nos retrotrae a otros tiempos, a otras edades, a otros sueños. Al recuerdo que nos proporciona la ternura, tranquilidad, emotividad y seguridad ante la siempre fascinante y contradictoria evolución tecnológica y el vaivén de los mercados.
Imágenes de la Exposición
Begoña Muñoz
Entrada actualizada el el 03 jun de 2014
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