La belleza repara.
Seascapes es una reflexión sobre el espacio, la materia, la luz, el color y el tiempo.
La mirada del mar atrapa, o mejor dicho, el mar atrapa la mirada del observador. El mar es un absoluto complejo, del que solo podemos experimentar pequeños instantes o momentos. Al igual que el río de Heráclito, no miramos un mar, o por lo menos nunca el mismo mar. Quizás esa sea la razón de su magnetismo, la imposibilidad de aprehenderlo. El mar es un infinito perfecto y es de color azul. Sin duda alguna, es un paisaje que conmueve… sobrecoge.
Hiroshi Sugimoto cuenta en un texto autobiográfico que su serie de “seascapes” (paisajes del mar) son un viaje a los mares antiguos del mundo, que inició cuando tomó conciencia de que el mar es probablemente el único paisaje que permanece inalterado desde que el hombre es hombre
Seascapes explora la posibilidad de recrear desde...la pintura alguno de esos instantes. Son momentos efímeros, que colocan al observador en una determinada situación, generada por una condición de luz y un punto de vista. En el fondo se trata de una propuesta, de una invitación a una experiencia. Una experiencia de espacio, materia, luz, color y tiempo.
Entrada actualizada el el 18 dic de 2018
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