La Galería Leme presenta la quinta instalación 'site-specific' encargada para el proyecto SITU, comisariada por Bruno de Almeida, que da continuidad a un estudio sobre formas de pensar y debatir la producción del el espacio (urbano) a través de un diálogo entre arte, arquitectura y ciudad. SITU invita a la artista peruana Sandra Gamarra a crear una obra que se relacione con el exterior del edificio de la galería (proyectado por el arquitecto Paulo Mendes da Rocha y Metro Arquitetos) y con el espacio público colindante.
El proyecto de Gamarra se estructura a partir de la retícula constructiva del edificio, una malla ortogonal marcada en las paredes de cemento a la vista, producto de la disposición de los moldes empleados en su construcción. Para la artista, la noción de retícula (grid) trasciende la condición arquitectónica y se afirma como un elemento fundamental para entender la manera en que el hombre ha...estructurado su espacio físico y social. Pero ella no contempla este concepto desde un solo punto de vista. Por un lado, Gamarra considera la retícula como un símbolo de las ideas modernas, expresa su carácter modular, geométrico, abstracto y homogeneizador que también representa el ímpetu en dirección al futuro y al orden humano que se enfrenta al "desorden" de la naturaleza y de las narrativas históricas precedentes. Por otro lado, la artista también contempla la retícula a través de la herencia ancestral de su país natal, Perú. Para las civilizaciones precolombinas la geometría representaba una lógica mayor, cósmica y mística, y era a través de esta retícula que el hombre podía comprender el orden de la naturaleza para después actuar sobre ella.
Para crear una tensión entre estas diferentes percepciones sobre un mismo elemento, Sandra Gamarra diseña una instalación en la que la retícula constructiva de la galería es desmontada y descompuesta en sus elementos básicos. Para ello, la artista crea un conjunto de bloques de cemento que se mimetizan, en dimensiones y materialidad, con los de las fachadas y los dispone horizontalmente en el suelo del patio, despojándolos de su función constructiva original. Al apilar algunos de los bloques, Gamarra insinúa una tentativa de construcción, pero la deja incompleta, en un limbo entre un lugar en construcción y la ruina de un futuro edificio. La construcción "inacabada" dialoga con el ritmo modular de las fachadas de la galería y delinea un espacio central vacío en medio del patio. Este espacio libre tiene un diseño cruciforme, pero no remite a con la cruz empleada habitualmente en Occidente, sino a la cruz escalonada, símbolo central de las civilizaciones precolombinas. Denominada cruz inca o chakana, simboliza la unión entre el mundo terrenal y el mundo "superior". Su forma es recurrente tanto en el lenguaje arquitectónico como en elementos diversos de la vida cotidiana de estos pueblos, mostrando una completa unión de lo místico y lo divino con la cultura y la vida humana.
La gran chakana formada en el patio tiene una de sus puntas abiertas hacia la calle, invitando a los transeúntes a adentrarse en esta cruz. Para la mitología andina el centro de la chakana representa la dualidad intrínseca del universo, lo desconocido, lo inimaginable y lo sagrado. Es dentro de este espacio (simbólico) y junto a los bloques caídos donde el visitante descubre otras retículas marcadas sutilmente en las superficies de los módulos de cemento.
En el pensamiento arquitectónico de la escuela paulista, dejar el cemento a la vista sería una de las formas de acabar con el desconocimiento del trabajo humano que se realizó sobre él, evidenciando el carácter social de la arquitectura. En la obra de Sandra Gamarra, los sutiles rastros marcados en los bloques no sólo subvierten la materialidad constructiva de estas piezas al conferirles una calidad manual, sino que además hacen referencia a otras concepciones de entramados estructuradores de la sociedad y de las culturas humanas, desde las que están en contacto con el cuerpo hasta las que dialogan con el cosmos.
