Hace tiempo alguien me dijo una frase que me impactó y cambió mi perspectiva: "Todos tenemos que hacerle el duelo, en algún momento de la vida, al individuo que soñamos ser o imaginábamos ser, para poder aceptar al que realmente somos"
Sueños Rotos es el compendio de cinco series diferentes con la que pretendo explorar y analizar el tema de los imaginarios e ideales; que, con del paso del tiempo, se van revaluando, para dar cabida a nuevas realidades. Esta es una aproximación de carácter intimista, que busca exponer interrogantes ontológicas, pues ese ha sido el interés constante de mi trabajo como artista.
Para generar dicha reflexión, planteo un dibujo que replica la hoja de un cuaderno escolar; el color amarillo del fondo no es casual...Pertenezco a la generación de los cuadernos carrusel. En esa replica, que es en realidad una metáfora visual, hay grafismos muy básicos y anotaciones cortas. Son mimesis...de los dibujos esquemáticos que hacen los niños, pero que dado este nuevo uso se convierten en símbolos; que, a su vez, representan un imaginario en particular.
El papel rasgado en trozos hace referencia a la deconstrucción de ese ideal. El proceso de reconstrucción también es simbólico; porque lentamente se ponen las partes rotas para tratar de armar la hoja original...Pero esa hoja original es imposible de rehacer; el resultado es otra cosa. Los bordes no cazan, hay fragmentos tan pequeños que ni pegan y los cortes no coinciden.
La presencia de la escritura en el dibujo también tiene una intención reflexiva. Aprender a escribir, es aprender a plasmar físicamente nuestro pensamiento y aprender a utilizar un canal que nos ayuda a expandir el mismo. De ese pensamiento expandido vienen los imaginarios; son procesos cognitivos muy complejos que se componen de un conjunto de fenómenos entre los cuales están los diferentes niveles del ser, la cultura, la idiosincrasia y la historia.
Esto necesariamente sugiere otra interrogante mas. ¿Qué tan personales son en realidad esos imaginarios? Y aunque no sean totalmente personales, son en extremo reveladores; arrojan información importante acerca de nosotros mismos.
Los sueños son un gran indicio, algo que nos permite comenzar a conocer nuestro más profundo ser para luego aliarnos con el y construir una nueva realidad...Cada sueño roto es una realidad plausible; cada hoja de cuaderno rasgada es una nueva construcción plástica y visual. La nueva perspectiva de la realidad emerge, así como esa nueva hoja de cuaderno transformada por la deconstrucción, generando, en el mediano y largo plazo una nueva identidad.
Catalina Ortiz
Entrada actualizada el el 26 sep de 2016
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