Henry Moore (1898-1986) es uno de los grandes maestros de la escultura moderna. En las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial alcanzó fama mundial por los bronces monumentales expuestos en espacios exteriores, cívicos y públicos de todo el mundo, de Escocia a orillas del mar Rojo, de la escuela secundaria del pueblo donde nació, Castelford, en Inglaterra, a la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Esta exposición forma parte del proyecto "Arte en la calle", a través del cual la Obra Social "la Caixa", en colaboración con la Fundación Caja de Burgos, quiere aproximar el arte a las personas, fuera del marco habitual de museos y salas de exposiciones. Comisariada por Sebastiano Barassi, jefe de Colecciones y Exposiciones de la Fundación Henry Moore, la entidad que vela por la conservación y la divulgación del legado del artista, la muestra reúne seis esculturas.
Se abre con "Figura reclinada en dos...piezas núm. 2" (1960), donde Moore simplifica los elementos figurativos, de manera que la figura humana se asimila a formas de rocas y acantilados. Al mismo tiempo, juega con la verticalidad de las figuras en relación con el conjunto de la escultura, apaisada. "Ambas esculturas son una mezcla, una fusión del cuerpo humano con las formas rocosas y con el paisaje y, al igual que una metáfora en poesía, dan un nuevo aspecto a cada elemento, y tal vez también un nuevo significado." En Óvalo con puntas (1968-1970), encontramos de nuevo la combinación de elementos antropomórficos y formas de la naturaleza, en un lenguaje abstracto, que aspira a alcanzar una expresión sublime.
Entrada actualizada el el 08 oct de 2015
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