La exposición "Trùng mù endless, sightless" de Nguyen Phuong Linh invita al público a viajar a través del medio y la metáfora de la luz como un proceso de abrir los ojos a la memoria. Trùng mù se traduce vagamente como interminable y sin visión. Esta idea utilizada por la artista está basada en el complejo terreno geopolítico de Vietnam, prestando atención a las corrientes alternativas de la historia que históricamente han dividido a la nación y continúan afectando a las diversas culturas que conviven en sus fronteras. Estas historias claman por ser descubiertas, pues han dado lugar a puntos ciegos en el conocimiento local. La artista está comprometida con estos legados a través de una serie de instalaciones y videos que llaman la atención a su línea de visión mediante la brillantez de la realidad y el oscurecimiento de varias narrativas que revelan cómo la memoria se puede convertir...en una presencia fantasmal y sombría.
Influenciada por el movimiento de objetos, la memoria está arraigada en estas obras de arte a través de la reutilización de materiales. Los paneles de madera de una iglesia católica de Vietnam del Norte se convierten en lámparas. Un elefante Howdah se deconstruye en formas abstractas. Formas negras de residuo procedentes de caucho, un material recogido en abundancia en la oscuridad nocturna, cuando el caucho llora con facilidad.
El legado tácito de las líneas geográficas perdura a través de la imagen de un niño de las tierras altas centrales de Vietnam, un área rica en minerales y fundamental en las vidas de las minorías étnicas locales. La luz urbana sintética de la ciudad, desde la que proviene de salones de manicura que utilizan bombillas artificiales para secar los puntos de pigmentación, hasta las de las áreas urbanas que están alterando la geografía del país. Todas son referentes de la preocupación de los artistas con la variedad de terreno en Vietnam, presentada como una tierra disputada, colonizada, explotada y capitalizada. Interesada en la mitología vietnamita, la artista también usó el folclore basado en la premisa de que después de la muerte, el fantasma nunca desaparece y sigue siendo una parte integrada en la casa.
Entrelazadas con el peso y la historia que estos cambios significan, a menudo invisibles, estas obras de arte viajan entre los diferentes ambientes y terrenos. La constelación de piezas comienza de manera abstracta y progresivamente va a la concreción de las imágenes, como si fuera el despertar del mundo a medida que la luz se va derramando, algo análogo a cuando utilizamos la expresión: "¡Ya puedo veo!".
Nguyen Phuong Linh, artista contemporánea vietnamita perteneciente a la new wave, fue la ganadora del Premio de Arte Contemporáneo Fundación Han Nefkens-BACC 2017,
Entrada actualizada el el 09 ene de 2018
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