El Consorcio Museo de Arte Contemporáneo de Mataró, formado por el Ayuntamiento de Mataró y la Fundación Privada Carmen & Lluís Bassat, y la Obra Social "la Caixa" presentan la exposición Un arco, un iglú, una ciudad, una muestra formada por dos obras de gran dimensión especialmente seleccionadas para dialogar con la arquitectura de la Nau Gaudí por la comisaria Nimfa Bisbe, jefa de las Colecciones de arte de la Fundación Bancaria "la Caixa". Las obras, que por primera vez se podrán ver reunidas en Mataró son El camino para venir aquí (1986) del artista italiano Mario Merz -considerado uno de los principales representantes del arte povera- y Des del terrat (1985-1986), del escultor valenciano Miquel Navarro. La primera obra es uno de los característicos iglús del artista, mientras que la segunda es la evocación escultórica de una gran urbe a escala reducida. La Nau Gaudí, excepcional sala de exposiciones...para estas enormes instalaciones, "no funciona aquí como un contenedor al uso, sino que se erige como el entorno propicio para favorecer un análisis sobre la pulsión constructiva en arte", según David Armengol.
La muestra es una puesta en escena donde el encuentro entre un iglú (Merz), una ciudad (Navarro) y unos arcos parabólicos (Gaudí) invitan a una reflexión sobre nuestras formas de habitar. Y no lo hace desde la funcionalidad arquitectónica, sino desde el terreno especulativo, metafórico y flexible de las artes visuales. Por otra parte, la presente exposición permitirá también obtener una nueva e inusual visión de la Nau Gaudí, con su forma "original" (sin paneles expositivos).
Un arco, un iglú, una ciudad es una iniciativa que nace del acuerdo de colaboración entre el Consorcio Museo de Arte Contemporáneo de Mataró y la Obra Social "la Caixa", que llevará a la Nau una segunda exposición de obras de su colección en el año 2019. Desde la colaboración de dos colecciones que trabajan para hacer llegar la cultura a todos los públicos, el objetivo de este acuerdo es contribuir conjuntamente a la reflexión sobre el mundo del arte en general, así como a la divulgación de los artistas del siglo XX que habitualmente no forman parte de la colección permanente de los museos.
La presente exposición se podrá visitar hasta el 14 de enero de 2018. Después, está previsto retomar las exposiciones de la Colección Bassat de Arte Contemporáneo, que en febrero de 2018 presentará una nueva selección de sus fondos, en este caso y por primera vez, exclusivamente dedicada a esculturas.
La exposición "Un arco, un iglú, una ciudad"
Sentiero per qui (1986) de Mario Merz (Italia, 1925 a 2.003) nos muestra un iglú construido con una armadura de hierro, piedras y cristales rotos, y un camino de entrada hecho con periódicos. Un refugio mínimo que conecta con la condición primitiva y mítica del refugio, y que a la vez convive con el registro tecnológico de las luces de neón. De este modo, Merz conecta la seguridad estable del casquete semiesférico con el progresivo y cambiante flujo de la vida. Un continuo devenir para aludir así a la noción de infinito y al crecimiento exponencial de la naturaleza. Este referente biológico también nos remite a la espiral gaudiniana y su inspiración en el mundo animal y vegetal.
Este mínimo espacio habitable de Merz contrasta por oposición con la idea de ciudad que define la obra de Miquel Navarro (Mislata, Valencia, 1945). A modo de gran maqueta, Des del terrat exhibe una suerte de urbanismo en miniatura que sustenta el imaginario simbólico y fantástico de la gran ciudad. Especialmente influenciado por la arquitectura tradicional valenciana pero también por las ciudades árabes, Navarro combina materiales y texturas -en este caso la arcilla y el zinc- para evidenciar la construcción jerárquica y casi fantasmal de la ciudad contemporánea.
Y ya sea abriendo o cerrando el recorrido, el edificio de Antoni Gaudí establece ciertos paralelismos con las dos obras expuestas. En primer lugar, los arcos parabólicos, emblemáticos de su manera de entender la arquitectura y empleados por primera vez en la Nau, conectan directamente con la forma semiesférica del iglú de Merz. En segundo, el urbanismo expansivo de Navarro evoca el espíritu utópico del encargo que el joven Gaudí recibió en 1878 por parte de Salvador Pagès, el gran impulsor de la cooperativa: el ambicioso diseño de una gran ciudad obrera que concentrara espacios industriales, servicios y viviendas. Gaudí lo imaginó y firmó los planos junto con el arquitecto mataroní Emili Cabañes. Lamentablemente, fue muy poco lo que se construyó de aquella ciudad, y menos lo que se conserva en la actualidad: un complejo urbanístico siquiera proyectado, sólo imaginado, como el de Miquel Navarro.
Los artistas
Muy influido por su ciudad natal, Mislata, y sus raíces, Miquel Navarro (1945) inició su carrera como pintor pero desde 1972 se dedica casi exclusivamente a la escultura. En 1980, la exposición colectiva «New Images from Spain», en el Guggenheim Museum de Nueva York, le dio a conocer internacionalmente. En 1986 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas. Una de las facetas que le han dado más notoriedad es la instalación de fuentes públicas, entre las que destacan las de Valencia, Turís, Quart de Poblet y Bruselas. Fascinado por la idea de ciudad, Navarro ha creado numerosas esculturas (hierro fundido, terracota) en las que recoge el trazado de una urbe imaginaria formada por elementos diversos (torres, chimeneas, edificaciones aisladas, avenidas) en los que confluye tanto la estética de las vanguardias como el impacto de las arquitecturas vernáculas y tradicionales.
Mario Merz (Italia, 1925-2003) comenzó a pintar durante la Segunda Guerra Mundial, cuando estaba en prisión por militar en el grupo antifascista Giustizia e Libertà. A partir de 1950 comenzó a pintar bajo la influencia del informalismo y en 1968 hizo su primer iglú, marca distintiva de su obra. Según él mismo, el iglú nace de la necesidad de desligarse de la pared y del cuadro para trabajar sobre una forma que sea autónoma. Ese mismo año, Germano Celant agrupó su trabajo, el de Jannis Kounellis, Luciano Fabro y Michelangelo pistola bajo la denominación de arte povera. Mario Merz ha llevado a cabo una larga carrera artística, y es una de las figuras puntales del arte del siglo XX.
La Nau Gaudí
La Nau Gaudí de Mataró es el verdadero kilómetro cero de la obra del arquitecto -su primera obra- que originariamente alojaba una industria textil de la época y que el año 2014 celebró su 130 aniversario. En la Nau, Antoni Gaudí puso en práctica por primera vez algunos principios arquitectónicos como el arco parabólico, que se convertiría en un elemento determinante en su arquitectura posterior, tanto en los edificios civiles como en los religiosos. La Nau es el único edificio que no fue promovido ni por la burguesía ni por la iglesia. Fue declarada monumento histórico por el estado español (1969) y bien de interés Nacional por la Generalitat de Cataluña (1982) y en 2002 el Ayuntamiento de Mataró decidió, en el marco del denominado "Año Internacional Gaudí", restaurarla y rehabilitarla. Desde 2010 es la sede habitual de las exposiciones de la Colección Bassat de Arte de Contemporáneo (http://naugaudi.cat/ca).
Calendario de actividades a la Nau Gaudí
La exposición Un arco, un iglú, una ciudad permanecerá abierta entre el 18 de octubre de 2017 y el 14 de enero de 2018 y la entrada es gratuita. Además, como es habitual, se programarán visitas guiadas individuales, para grupos y para escuelas, y talleres dirigidos a cada uno de los ciclos formativos. Cada primer domingo de mes hay una visita guiada gratuita sin reserva previa y cada tercer domingo hay una actividad familiar gratuita sin reserva previa para niños mayores de cinco años.
Imágenes de la Exposición
Un arc, un iglú, una ciutat - Cortesía de Eugenia Carreres Comunicación
Entrada actualizada el el 19 oct de 2017
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