Después de más de ocho años de obras y una inversión que ronda los 24 M. de Euros, el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, bajo la dirección de Alfonso Palacio (Gijón, 1975), acaba de estrenar su nueva ampliación, con la que duplica su superficie, pasando de 5.000 a 10.000 metros cuadrados.

El nuevo espacio, que suma 3.525 de superficie útil y 1.484 de espacios expositivos, lleva la firma del arquitecto navarro Francisco Mangado (Estella, 1957) y ha sido cofinanciado entre el Gobierno del Principado de Asturias y la Unión Europea a través del Programa Operativo FEDER de Asturias 2007-2013.

Las obras, adjudicadas en 2006, se iniciaron en diciembre de 2007, teniendo un plazo de ejecución de dos años, pero se han dilatado seis más por diversos imprevistos, siendo el principal, la crisis y los consiguientes recortes sufridos en el proyecto, que mermaron los recursos necesarios para acometer las obras.

Hasta la fecha, la principal pinacoteca de la comunidad asturiana, venía ocupando dos edificios históricos del casco antiguo de Oviedo -el Palacio de Velarde (en la calle Santa Ana), obra señera de la arquitectura del barroco académico en Asturias; y la Casa de Oviedo-Portal (en la calle de la Rúa), importante construcción palaciega ovetense-, comunicadas entre sí , y ahora, con este anexo el Museo gana un nuevo espacio expositivo y funcional, con acceso desde la plaza de la catedral.

Para su puesta de largo, se ha programado una muestra inaugural que reúne 208 piezas de los siglos XX y XXI, con obras de Sorolla, Regoyos, Anglada-Camarasa, Casas, Picasso, Dalí, Miró, Gargallo, Blanchard, Torres-García, Gutiérrez Solana, Luis Fernández, José María Navascués, Mieres, Amador, Oteiza, Rivera, Saura, Palazuelo, Equipo Crónica, Tàpies y Barceló.

El Museo de Bellas Artes de Asturias, dirigido por Alfonso Palacio desde junio de 2013, abrió al público el 19 de mayo de 1980, aunque es fruto de un proyecto museológico previo que se remonta a 1969, cuando se creó la Fundación Pública Centro Provincial de Bellas Artes, constituida por la entonces Diputación provincial y el Ayuntamiento de Oviedo. 

Su rico patrimonio cultural, integrado por casi 15.000 piezas de los siglos XIV al XXI, constituye una de las mejores colecciones públicas de arte de España, con excelentes fondos de pintura española y asturiana, y significativos ejemplos de escuelas  europeas (sobre todo de la italiana y la flamenca), escultura moderna y contemporánea, dibujo y obra gráfica (especialmente de los siglos XIX y XX), fotografía y artes industriales.

Esta colección se ha ido conformado a partir del fondo fundacional (la colección artística de la extinta Diputación Provincial de Oviedo), sobre todo por medio de adquisiciones, pero también gracias a donaciones, legados, daciones y depósitos, destacando entre estos el del Principado de Asturias (colección Pedro Masaveu, recibida en dación por el gobierno autonómico) y los de los principales museos nacionales de España.