La comunidad artística brasileña está de luto con la perdida del pernambucano Antônio José de Barros de Carvalho "Tunga" (Palmares, Pernambuco, 1952), uno de los máximos referentes de la escena contemporánea del mundo del arte en Brasil y uno de sus artistas más reconocidos internacionalmente.

Tunga -cuyo apodo viene de las islas Tonga en el Océano Pacífico- ha fallecido, ayer, a los 64 años de edad, en el Hospital Samaritano de Río de Janeiro, a causa de un cáncer.

Oriundo de Palmares e hijo del poeta Gerardo de Mello Mourao y de la modelo Lea de Barros, Tunga vivía desde la década de 1970 en Río de Janeiro, en donde se formó como arquitecto y urbanista y desarrolló su carrera artística, teniendo su primera muestra individual en el MAM - Museo de Arte Moderno con tan solo 22 años.

Dicha muestra, titulada "Museo de Masturbación Infantil", era una carta de presentación de un tema que sería recurrente en sus creaciones "el erotismo", como también lo fue "la alquimia", sin duda, el tema principal sobre el que pivotaron la mayoría de las investigaciones y proyectos de este arquitecto de formación.

Desarrolló una práctica multidisciplinar, ya sea escultura, instalaciones, vídeos, performances o dibujo. Alimentadas por referencias literarias, filosóficas, científicas (matemáticas, entomología, arqueología, medicina ...), sus obras destacan "la dualidad entre los procesos cerebrales y el impulso biológico", en palabras del curador brasileño Nelson Aguilar.

Para la memoria quedarán sus arriesgadas y sorprendentes propuestas, que pudieron verse en los principales eventos internacionales como la Bienal de Sao Paulo (1987, 1994, 1998), la Bienal de Venecia (1995), Bienal de La Habana (1994), la Bienal de Gwangju (2000), la Bienal de Lyon (2000), la Bienal de Estambul (2001), la Bienal do Mercosul en Porto Alegre (1999 y 2015), y la décima edición de la Documenta de Kassel (1997), entre otras.

Una de sus obras más espectaculares es "True Rouge", una escultura realizada en 1997 y presente en Instituto Inhotim en Brasil, que consta de objetos a la vez similares y diferentes (esponjas, bolas de billar, bolas de cristal, botellas...), suspendidos en redes y todo empapado en un líquido rojo sangre.

O su monumental instalación también en suspensión "A la luz de los dos mundos", que se exhibió, en 2005, en la Pirámide del Louvre, que relacionaba las culturas del Nuevo Mundo y del Antiguo, a través de un laberinto de formas flexibles en las que estaban encarcelados cráneos de oro y las cabezas de estatuas de hombres célebres de la colección del Louvre.

Más cercanas en el tiempo están las muestras individuales "Moi, Vous et la Lune" en Le Château / Chaumont (Francia), el pasado año, o la celebrada en el P.S.1 MoMA de Nueva York, en 2007.

Sus obras forman parte de las colecciones de algunos de los museos más reconocidos del mundo como MoMA - Museum of Modern Art de Nueva York; el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, en Madrid; el Museum of Contemporary Art de Los Angeles; o el Moderna Museet, de Estocolmo, entre otros.

Asimismo, son muchos los coleccionistas que han querido contar con obras suyas en sus colecciones como es el caso del brasileño Bernardo Paz, fundador y propietario de Instituto Inhotim, ubicado en Brumadinho (Brasil), donde Tunga es uno de los artistas más importantes de su colección, teniendo dos galerías exclusivas, una de ellas, la "Psicoactiva Tunga", ocupa un espacio de cerca de 2.600 metros cuadrados.

También el argentino Aníbal Jozami o el brasileño Sylvio Perlstein cuentan con obras de este genial artista.

Tunga estuvo nominado en el año 2000 al prestigioso premio Hugo Boss, organizado por el Guggenheim de Nueva York, y en los últimos tiempos lo venían representando comercialmente las galerías Luhring Augustine (Nueva York), Galleria Franco Noero (Turín) y Galerie Daniel Templon (Bruselas/París).