Para Juan Curto, coleccionista y joven galerista ( cámara oscura) está claro que ARCO debe continuar, dejando a un lado los intereses particulares y luchando por el interés general. Y este no debe ser otro que "crear coleccionismo privado, una tarea ingente a medio y largo plazo con la que ARCO, haciendo balance, ha tenido un éxito discreto", según precisa en su respuesta a las preguntas formuladas por ARTEINFORMADO, que puede leer a continuación:

ArteInformado (AI): ¿Que opinión le merece la resolución de la crisis de ARCOmadrid? ¿Afectará al prestigio de la feria y a su futuro desarrollo?

Juan Curto (JC): Personalmente me alegro mucho por las galerías amigas que participan este año en ARCO ya que como me decía alguien "con la comida no se juega". Aunque a ninguna galería española le interesa que desaparezca ARCO, entendida como feria de arte contemporáneo, la feria sale "tocada" con este desafortunado incidente, especialmente de cara a galeristas y coleccionistas de fuera que no entienden lo que está ocurriendo.

Está por ver cuánto se vende este año con coleccionistas desconcertados e instituciones sin presupuesto, lo que se une a la incertidumbre económica general, todavía sin resolver. A los profesionales del arte español nos preocupa seriamente lo que ha ocurrido con ARCO, especialmente porque está quedando en evidencia que la feria no tiene un coleccionismo asentado y ha dependido demasiado de compras institucionales, compras cuya caída en picado -basta con leer los datos en los periódicos- comenzó ya en 2007. Y crear coleccionismo privado es una tarea ingente a medio y largo plazo con la que ARCO, haciendo balance, ha tenido un éxito discreto. Hace falta generar nuevos coleccionistas españoles como el comer, pues son el futuro.

Mirando hacia adelante quiero ser optimista porque nos va a todos -artistas, galeristas, comisarios, críticos, editores, coleccionistas, y amantes del arte- nuestro futuro en ello. ARCO debe sobrevivir y estoy seguro que lo conseguirá siempre que se dejen de lado los intereses particulares y se luche por el interés general del sector. Las galerías españolas necesitamos una feria española fuerte.

AI: ¿Qué cree usted que debería hacer ARCOmadrid para recobrar el "buen" protagonismo en este momento de crisis y ante esa feroz competencia internacional?

JC: En mi opinión la feria debería cambiar de estrategia y de posicionamiento haciéndose más pequeña y más "nacional", como las ferias italianas, que a pesar de la crisis se están reinventado con éxito: Arte Fiera y Artissima. Estas ferias han superado el complejo de las cuotas y de la internacionalidad de los expositores. La grandísima mayoría de ellos son italianos, sin menoscabo de la calidad, porque al final no es cuestión de traer galerías extranjeras con artistas mediocres sino de seleccionar españolas con artistas internacionales de primer nivel, jóvenes y consagrados.

Sería positivo que el comité de selección fuera mixto, esto es, una composición equilibrada de galeristas y profesionales del mundo del arte como directores de museos, críticos, editores, curadores e, incluso, artistas y coleccionistas. Ya que es una plataforma tan vital para todos los estamentos del arte, sería bueno que esos estamentos se vean reflejados en ella. Así, unas decisiones transparentes y públicas, tomadas por un grupo de profesionales independientes, aunque a uno no le gusten por haber sido rechazado, son más fáciles de entender y aceptar.

AI: ¿Considera que la postura conciliadora finalmente adoptada por los galeristas es la más adecuada en estos momentos?

JC: Era la única solución posible y, como tal, es de compromiso. Espero que haya sido la decisión más adecuada. Estoy convencido de que se hubieran podido negociar con IFEMA otros asuntos fundamentales para el sector más allá del asunto del comité, que si bien es grave, no es ni de lejos el verdadero problema de ARCO.

AI: ¿Cree que esta crisis ha afectado a la posicion de la directora Lourdes Fernandez? ¿Qué debería hacer?

JC: Su posición no es nada fácil pero supongo que al aceptar el trabajo se imaginó que algo así podía ocurrir y no le habrá pillado por sorpresa. Como cliente de ARCO, mi relación profesional con Lourdes ha sido en todo momento positiva. No me atreveré a darle consejos, ya que estoy convencido de que sabe perfectamente qué es lo que tiene que hacer a partir de ahora.