Nos encontramos visitando una de las novedades artísticas en Sao Paulo: la apertura del nuevo espacio de la Baró Galeria. El nuevo espacio presentará una programación paralela al antiguo local (galpão) ubicado en una antigua nave en el centro de la ciudad.  Su nuevo espacio, localizado en el exclusivo barrio de Jardins, presenta la primera muestra del artista Christian Boltanski en una galería latinoamericana. La exposición, Heartbeats, reafirma la  consolidación de la galerista española María Baró, quien lleva 18 años apostando por lo mejor del arte contemporáneo brasileño e internacional en Sao Paulo. Ella es testigo del crecimiento del mercado del arte en el gigante brasileño y nos recibe con los brazos abiertos, con ganas de charlar de arte, de ferias y de  la nueva fase por la que atraviesa su galería. Le entrevista nuestro colaborador Carlos Jiménez Vázquez.

ARTEINFORMADO (AI): ¿Por qué nace este nuevo espacio?

María Baró (MB): Cuando abrí mi galería en Santa Cecilia, no buscaba un espacio en aquel barrio. En realidad prefería hacerlo en la zona de Jardins porque facilitaba mucho la vida al público, a los clientes. Allí tuve la suerte, o mala suerte, no, la suerte de que un amigo me dijera que conociera el lugar.  Ahí caí y me enamoré totalmente. Eso es lo que le pasa a todo el mundo, a los artistas y a todo el mundo que pasa por allí, pira con aquel espacio. Pensé, allá vamos, y me fui de cabeza y todo el mundo me decía que estaba loca por irme hasta allí, pero yo les respondía que era una galería que estaba queriendo crecer, tener artistas. Lo del galpão fue una estrategia: ¿que es lo que quieren los coleccionistas?, buenos artistas y, hablando genéricamente, buenos espacios, por lo que fue la estrategia de atraer buenos artistas porque el buen coleccionista va detrás del buen artista en cualquier lugar.

Con el tiempo me quedé encantada de estar allí. El lugar es increíble, justo el concepto que yo tengo de divulgar arte,  el sueño de tener grandes espacios para ayudar a los artistas a crecer en dimensión. También es cierto que después de cinco años ves la dificultad que tiene la gente en desplazarse hasta allí. Las visitas a veces quedan muy restringidas a los días de inauguración y los coleccionistas a veces se quejan de que es complicado llegar hasta allí. Ahí conocí al dueño de esta manzana en Jardins que tiene un proyecto de hacer un hotel y siempre me quedé con las ganas de querer tener un segundo espacio para facilitar la vida a la gente y surgió la posibilidad de coger el lugar de este amigo. Él ya me avisó que era pequeño pero ideal para empezar a sentir lo que es estar en Jardins. Entonces me decidí a cogerlo y ahora estoy encantada porque es como jugar con las dos escalas, la escala monumental del espacio de Santa Cecilia, y el de aquí, que cada vez me está  apasionando más porque es el concepto de one window, de una caja, y la receptibilidad con los clientes y con todo el mundo es increíble, a todo el mundo le encanta.  Me gusta ese contraste de los dos espacios, y yo, de cierta manera, ya he demostrado que soy capaz, porque ya tengo una gran galería. Podría decir que ha sido un reto. Al principio sufría porque era muy pequeña y me preguntaba cómo le podía llamar a esto una galería, porque de 1500 m2 de Santa Cecilia a 200 de Jardins, era un contraste muy fuerte. Pero ahora estoy encantada  porque condensar el concepto del artista en tan poco espacio es un reto muy estimulante y los artistas también están felices.

AI: María, tu eres contraria a otros espacios que en Sao Paulo han abierto primero acá y después allá… ¿Qué opinas?

MB: Lo mío fue lo que te contaba, unas circunstancias diferentes: primero yo necesitaba posicionarme, entonces si en aquella época primero hubiera abierto una galería en Jardins, hubiera sido una galería más. Yo tenía que fortalecer mi proyecto Baró, entonces  el galpão fue una jugada estratégica que apareció, por decir de aquella manera, por coincidencias de la vida, suerte, como lo quieras llamar. Y ahí cayó mi ficha, como dicen acá, apareció el galpão y quise aprovecharlo y pensé que debía centrarme en grandes artistas, en grandes muestras y eso es lo que me ha dado una solidez y una marca internacional. Han pasado muchas personas por el galpão y la gente nunca se olvida de  las exposiciones de aquel espacio, ha sido una estrategia de reafirmarme en el contexto brasileño e internacional de cierta manera también.

AI: ¿Qué opinas de la feria Art Rio y de las bajas de las galerías en la edición de este año 2015? Creo que finalmente este año no vas a ir a la cita de septiembre en Rio.

MB: Yo lo he decidido en el último momento. Rio nunca ha sido una plaza buena de ventas como la de Sao Paulo, y las galerías paulistas acabamos en su mayoría vendiendo a nuestros clientes paulistas. El lugar de la feria es maravilloso, es una delicia trabajar allí,  los organizadores son encantadores, pero en términos económicos nunca ha cambiado mi vida, al contrario, siempre ha sido una feria que nada gregaba a la carrera de la galería, tampoco comercialmente. Yo la iba a realizar este año porque creo que estamos en Brasil y cuanto más presencia tengas mejor. Pero cuando comencé a ver el rumbo que están tomando las cosas, dije que no porque prefiero invertir ese dinero para hacer ferias en EEUU, Europa, porque ArtRio no es una feria barata, porque además no estamos en un año fácil.

AI: ¿Cuál es ahora el futuro de la Galería Baró? ¿Cuáles son las ferias que vas a realizar en los próximos meses?

MB: Ahora tenemos Frieze Master con David Medalla, un poco lo que la galería está cada vez más, reposicionando a artistas históricos, tengo... el próximo artista en el galpão, con una poética y un lenguaje neoconcreto, bahiano, pero ya casi nadie lo conocía. Otros artistas como el que tengo ahora aquí, Boltanski, u otros como Medalla o Felipe Ehrenberg, tengo una serie de artistas, todos nacidos en la década de los 40 o inicios de los 50, y en este caso he reposicionado la carrera de alguno de estos artistas en el mercado del arte.

Además de Frieze Masters, voy a hacer Miami, ARCO, estoy pensando en si hago MACO porque tengo artistas mexicanos, quizás me animo a hacer Bruselas, presentamos proyecto en Frieze Masters NY, SP Arte. Este año reduje mucho las ferias porque el año anterior hice demasiadas: Miami Basel, ARCO, Armory Show,  después fui a Dubai, de ahí hice SP Arte, Buenos Aires, Pinta.. me morí... en un mes hice cuatro ferias y este año corté por tal y como está el mercado acá en Brasil, y tuvimos que reducir bastante.

AI: Después de 18 años en Brasil ¿Cuáles han sido los cambios del mundo de las galerías en Sao Paulo?

MB: Han cambiado muchísimo. Cuando llegué abrí mi espacio en el 99 era uno de los espacios más osados en la escena paulista porque todas las galerías tenían un formato más conservador. Hice performance, hice cosas increíbles y eso me ayudó mucho a ganar un prestigio y un nombre. Yo por ejemplo fui la primera galería en Brasil en enviar invitación electrónica en aquel momento, era difícil vender arte contemporáneo, no se vendía para nada arte internacional en Brasil, ni si quiera latinoamericano. Yo fui de las primeras galerías en apostar y en traer a artistas latinoamericanos, que eran argentinos porque empecé a hacer la feria de Buenos Aires. Al principio fue difícil. Después otras galerías, como Luisa Strina, empezaron a introducir artistas latinoamericanos. En los últimos años ha habido un enfoque muy internacional, porque los coleccionistas tienen menos miedo a comprar arte internacional, a pesar de que es el arte nacional el que predomina.

AI: María, ¿te queda algo de España aún? ¿Te queda algún vínculo con artistas jóvenes españoles?

MB: No. Que se me ocurra ahora, voy a hacer la feria SUMMA, soy muy amiga del director y me parece una feria interesante, también con el afán de volver a España porque se ha convertido en el lugar de muchos clientes de artistas latinoamericanos, y Madrid sobre todo se ha convertido, no diré como Miami, pero muchos coleccionistas latinoamericanos están comprando casas allí, y de cierta manera tengo ganas de volver a aproximarme al mercado español y europeo.