Los artistas puertorriqueños Jorge González (San Juan, 1981) y Jesús 'Bubu' Negrón (San Juan, 1975), la dominicana Patricia Castillo 'Patutus' (Santo Domingo, 1972), el cubano Yornel Martínez Elias (Manzanilla, 1981), la curadora colombiana María Inés Rodríguez (Colombia, 1968), directora del CAPC de Burdeos; y la periodista y crítica de arte dominicana Cristina Sanchez-Kozyreva (Santo Domingo, 1976) están entre los  seleccionados del programa Davidoff International Art Residency 2017, que se incluye dentro de la Davidoff Art Initiative (DAI), cuyo consultor jefe es el húngaro András Szántó, y, que, por quinto año consecutivo, promueve la renombrada firma tabaquera suiza Davidoff, con un claro objetivo: "involucrar a los principales miembros de la comunidad creativa y del campo de arte contemporáneo, en particular en la República Dominicana y el Caribe".

Para ello, desde 2012, DAI ha puesto en marcha un programa de residencias para artistas caribeños que participan en cinco programas de residencia de artistas en todo el mundo, así como para alrededor de otros cinco artistas de fuera de la región del Caribe que pasan tres meses en la República Dominicana. Además, un número limitado de puestos también están reservados para los curadores y escritores que trabajan en proyectos de relevancia para el arte caribeño.

Se trata en su casi totalidad de artistas de media carrera, sobretodo con empuje en la escena local, mientras que los curadores y escritores cuentan con una sólida trayectoria internacional.

Para lobrar el objetivo que persigue dicha iniciativa, desde el inicio, sus organizadores han trabado alianzas con reconocidos socios internacionales para acoger la residencia de los artistas del Caribe, entre los que están: Künstlerhaus Bethanien en Berlín; Red Gate Residency en Beijing; el Atelier Mondial en Basilea, en colaboración con el Instituto de Arte de la Academia de Arte y Diseño de FHNW; Residency Unlimited en Brooklyn (Nueva York); y FLORA ars+natura en Bogotá. Esta última bajo la dirección artística del reconocido curador colombiano José Roca.

En cuanto a la residencia para artistas internacionales, desde 2015, se lleva a cabo en colaboración con la Escuela de Diseño Altos de Chavón en La Romana (República Dominicana).

Además, la DAI cuenta también como uno de sus principales aliados con la feria suiza Art Basel, en donde participa mostrando trabajos de los artistas que han pasado por sus residencias.

Volviendo a los seleccionados de 2017 algunos están realizando su residencia en estos momentos mientras que otros ya la han concluido o están pendientes de realizarla. Así, entre los primeros está Jorge González, quien, hasta el próximo mes de agosto, desarrolla su residencia en FLORA ars+natura (Bogotá); o Patricia Castillo que la concluye este mes de junio en la Künstlerhaus Bethanien (Berlín). En el caso de Jesús Negrón ya la ha concluido este pasado mes de mayo en la Red Gate Residency (Beijing).

Por su parte, la escritora Cristina Sanchez-Kozyreva la ha llevado a cabo, entre febrero y marzo en la Escuela de Diseño Altos de Chavón (La Romana, República Dominicana), que también acoge a la curadora María Inés Rodríguez.

El único que tiene aún no la ha empezado es Yornel Martínez Elías que la llevará a cabo, entre octubre y diciembre, en la FHNW Academy of Art and Design y el Atelier Mondial, en Basilea.

Echando la vista atrás, son ya una quincena los artistas caribeños y latinoamericanos seleccionados en las cuatro ediciones anteriores: Óscar Santillán (Ecuador, 1980), Fermín Ceballos (República Dominicana, 1978), Natalia Ortega Gámez (República Dominicana, 1980) y Michael Linares (Puerto Rico, 1979) -artistas 2016-; Nuria Montiel (México, 1982), Soledad Salamé (Chile, 1954), Guillermo Rodríguez (Puerto Rico, 1986), Engel Leonardo (República Dominicana, 1977), Raquel Paiewonsky (República Dominicana, 1969), Hulda Guzmán (República Dominicana, 1984) y Alia Farid (Kuwait-Puerto Rico, 1984) -artistas 2015-; Jorge Pineda (República Dominicana, 1961), Pascal Meccariello (República Dominicana, 1968) y Polibio Díaz (República Dominicana, 1952) -artistas 2014-; y Mónica Ferreras de la Maza (República Dominicana, 1965) -artista 2013-.

Coincidencia o no, varios de estos artistas son colegas en algunas de las galerías más destacadas de la región como son: Lucy García (Santo Domingo), Walter Otero (San Juan), Roberto Paradise (San Juan) o Lyle O. Reitzel (Santo Domingo).

Para la selección de los artistas caribeños se combinan dos procesos. Así, pueden aplicar ellos mismos o ser invitados y nominados por el Consejo Asesor Artístico así como por otros expertos internacionales. Y en el caso de los artistas internacionales el proceso de aplicación es por nominación solamente.

Los nominadores internacionales son: Simon Castets, director del Swiss Institut (Nueva York); Aaron Cézar, fundador/director de Delfina Foundation (Londres); Amanda Coulson, co-fundadora/directora ejecutiva de VOLTA (Basel/Nueva York) y directora de la National Gallery of The Bahamas; Mareike Dittmer, editora asociada de Frieze Magazine; Pablo Helguera, director de programas de adultos y académicos del Departamento de Educación en el MoMA (Nueva York); Irene Hofmann, directora y comisaria jefe de SITE Santa Fe (Nuevo México); y Philip Tinari, director del Ullens Center for Contemporary Art (Beijing).

Y el Consejo Asesor está conformado, entre otros, por el mexicano Pablo Léon de la Barra, curador UBS MAP Latin America, en el Guggenheim Museum (Nueva York) y curador jefe del MAC de Niteroi (Brasil); la chilena Rocío Aranda-Alvarado, curadora de El Museo del Barrio (Nueva York); la dominicana Sara Hermann, curadora e historiadora del arte y fundadora de la agencia de colaboración creativa, Estudio del Sur; o el húngaro András Szántó, consultor jefe de Davidoff Art Initiative.

Por último, cabe señalar que el programa global de la Davidoff Art Initiative se divide en cuatro áreas. Además de la Davidoff Art Residency cuenta con la Davidoff Art Dialogues, Davidoff Art Grants y Davidoff Art Editions. Todo un completo programa que sirve para refrendar, si cabe, aún más, su firme apuesta por conectar la región del Cabibe con el mundo del arte global.