Artista, Comisario

José Antonio Hernández-Díez

1964 en Caracas, Distrito Federal, Venezuela

José Antonio Hernández-Diez, con una de sus obras en el MACBA. Foto: Inés Baucells. Cortesía de la Galería Freijo -via nota de prensa el 26/02/20

Datos generales
Algoritmo AI

Residencia:

Reside en Barcelona, España

Profesionales que le han comisariado:

Alfred Wenemoser en:

Llegando y mirando para atrás 1991/2023, 2023

Latitudes en:

José Antonio Hernández-Díez. No temeré mal alguno, 2016

Mariana Silva en:

Llegando y mirando para atrás 1991/2023, 2023

Ferias en las que participa con OBRA :

ARCOmadrid 2022
ARCOmadrid 2015

Galerías y otras organizaciones que le representan:

Galería Freijo

Kabe Contemporary

Organizaciones con obra:

Ayuntamiento de Pamplona - Colección de Arte Contemporáneo

Cal Cego Colección de Arte Contemporáneo

Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M)

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Profesionales con obra:

Brondesbury Holdings Ltd.

Josep María Civit

Actividad vigente:

No hay actividad VIGENTE

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Etiquetas:

Arte contemporáneo Arte iberoamericano Escultura Fotografía Instalación Video

Descripción del Artista

José Antonio Hernández-Diez es un artista cuyo trabajo incluye escultura, fotografía, vídeo e instalación. Actualmente vive y trabaja en Barcelona, España, y Caracas, Venezuela. Estudió en el Centro de Formación Cinematográfica de Caracas. Su trabajo ha sido incluido en numerosas exposiciones, incluyendo la Bienal de Venecia de 2003 y la exposición Cocido y crudo en el MNCARS, España, en 1994, comisariada por Dan Cameron. En esta exposición se incluyó su obra La hermandad, que fue adquirida por la colección La Caixa. Asimismo, entre 2002 y 2003 tuvo lugar su exposición retrospectiva, que se mostró en varios museos, entre ellos el New Museum de Nueva York, SITE Santa Fe y el Palm Beach Institute of Contemporary Art de Florida. Hernández-Diez forma parte de una nueva generación de artistas venezolanos de finales de los 80. Utiliza materiales "callejeros" como patinetes, lavadoras, mesas de billar, bolsas de papel, uñas postizas, plasma sanguíneo, corazones de vaca, equipo ... quirúrgico, tanques de nitrógeno, mandíbulas mecánicas gigantes o mandos a distancia para desarrollar una iconografía personal centrada en objetos familiares, a menudo domésticos. Lo ordinario se hace extraordinario en su obra a través del uso provocativo, con cierto humor negro, de la materia y la escala. Elementos de su infancia venezolana se combinan con objetos que hacen referencia a una cultura pop más global. De esta manera, el artista transforma los desechos naturales de nuestra tecnología en objetos chamánicos que perturban nuestros hábitos estéticos. José Antonio Hernández-Diez is an artist whose work includes sculpture, photography, video and installation art. He currently lives and works in Barcelona, Spain and Caracas, Venezuela. He studied at the Film Training Center in Caracas. His work has been included in numerous exhibitions, including the 2003 Venice Biennale and the exhibition Cocido y crudo (The Raw and the Cooked) at MNCARS, Spain, in 1994, curated by Dan Cameron. La hermandad was the work included in this exhibition, which was then acquired by La Caixa collection. He also had a retrospective exhibition that travelled to a number of museums including the New Museum in New York, SITE Santa Fe and the Palm Beach Institute of Contemporary Art in Florida from 2002 to 2003. Hernández-Diez is part of a new generation of Venezuelan artists who emerged in the late 1980s. He uses "street" materials like skateboards, washing machines, pool tables, paper bags, fake nails, blood plasma, cow hearts, surgical equipment, nitrogen tanks, giant mechanical jaws or battery-operated remote controls in order to develop a personal iconography centered on familiar, often domestic, objects. The ordinary is made extraordinary through Hernández-Diez's provocative, darkly humorous use of material and scale. Elements from his Venezuelan childhood are combined with images that refer to a more global pop culture. In this way, the artist transforms the natural debris of our technology into shamanistic objects that disturb our aesthetic habits.