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"In the Space Between " presenta por primera vez al público lo que puede calificarse como "estreno mundial", jardines y paisajes que nunca antes se habían mostrado, ya que proceden directamente del estudio que el artista tiene en Leipzig y consecuencia directa de la evolución de su pintura tras su estancia durante un año en Roma. La exposición contará además con sus características pinturas de interiores que le han procurado fama, reconocimiento y prestigio internacional.

"Esta exposición -según palabras del director del CAC Málaga, Fernando Francés- pone de manifiesto el interés del centro por seguir muy de cerca la evolución de la pintura alemana en los últimos lustros. En ese contexto deben entenderse las exposiciones de Daniel Richter, Neo Rauch, Meter Zimmermann, Anne ... Berning o la que ahora inauguramos de Matthias Weischer".

Las obras de Weischer, donde a menudo encontramos interiores artificiales y en ocasiones claustrofóbicos, responden en gran medida a construcciones mentales, que a veces recuerdan a un cuarto de Maravillas del siglo XVII donde tienen cabida los objetos más diversos.

En los cuadros de Matthias, que a menudo parten de modelos de revistas de decoración de los años 50 y 60, cabe todo sin importar el tamaño de la tela. La figura humana representada en ocasiones fragmentada o de modo fantasmagórico, las retículas -tan empleadas en la pintura clásica- están presentes en su obra, ya sean interiores claustrofóbicos o exteriores oníricos indistintamente. Todo es válido para este artista alemán que se centra en el plano bidimensional del cuadro, sin pretender nada simbólico sino llevar a cabo una personal y obsesiva investigación sobre el espacio, en la que los objetos se emplean como meros puntos referenciales.

Matthias Weischer tenía 16 años cuando en 1989 cayó el muro de Berlín y tiempo después decidió estudiar en un lugar que había formado parte de la República Democrática Alemana (RDA), Leipzig, donde ya antes del fin de la Guerra Fría enseñaban pintura profesores como Arno Rink y Bernhard Heisig, formados en la escuela del realismo socialista. Gracias a ellos, Weischer pudo formarse en los conservadores y clásicos talleres de pintura donde aprendió las técnicas pictóricas tradicionales, para posteriormente centrarse en el valor de la pintura en sí misma e investigar sobre la relación entre el espacio y el objeto que tanto caracteriza su obra.