Después de una larga pausa (quizás demasiado larga) Dan Albert Benveniste me sugirió experimentar con la xilografía, cuyo resultado es el que podemos ver ahora en esta exposición titulada 'A los pies de los caballos'. Es la primera vez que trabajo xilografía y, desde un primer momento, lo que más me ha sorprendido es darme cuenta de la cantidad de posibilidades que ofrece una técnica en principio tan primitiva.

Lo único de lo que estaba seguro antes de empezar era esto: yo no quería la habitual línea en negativo que siempre se asocia al 'grabado en madera', ni tampoco en positivo, pero en efecto, lo que se produce es la línea. Esto ha generado una labor de carpintería mucho mayor de lo que yo hubiera sospechado, y ha sido otra de las sorpresas. Pero si tienes la posibilidad de hacer algo que no se haya hecho antes, lo haces, por lo que ha resultado muy satisfactorio elaborar estas piezas. El trabajo ha sido para mí puramente artístico y estaba directamente relacionado con la intención de aprovechar las posibilidades que este medio ofrece. Pero el resultado de todo esto son las imágenes, y como tales tienen que significar algo. Así que diré unas palabras sobre por qué me interesan. Hay un par que yo denomino 'horse frame' - marco de caballo-: las patas de un caballo y su vientre forman un marco alrededor de algo, un mero espacio visual que aparece cuantificado por el patrón que forma el tartán, lo que me permite reflexionar sobre el espacio como un conjunto de partes menores. Asimismo realicé el díptico titulado 'Alpe-Mare' que me sirve para analizar cómo la realización de una pieza genera otra. Y hay una estampa de un caballo en gran formato.

En los dos últimos años me ha interesado la relación entre pintura y percepción, y en qué se percibe realmente cuando pintas. Es por ellos que estos grabados han sido realizados según un concepto pictórico para resolver dichas cuestiones, y esa es la clave: me di cuenta de que la pintura vista exclusivamente en blanco y negro, con los abruptos cambios que se producen entre las zonas positivas y negativas, eran visualmente afines a los resultados que se obtienen con la xilografía. De ese modo la xilografía se convierte en el medio para mostrar la forma de la experiencia visual.