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En los años 60, terminó la era de las imágenes como símbolos de grandes verdades intemporales, por la demoledora influencia de Walker Evans primero, y más adelante de Robert Frank y William Klein. La fotografía se centró en la toma directa de la realidad, sin retoques ni ideas añadidas. Garry Winogrand, junto con Lee Friedlander, representa ese 'nuevo estilo americano' que ... abrió nuevos caminos en la denominada Street Photography.

Winogrand combina la espontaneidad con una aparente confusión, que no es más que la conciencia de la complejidad del mundo que fotografía: 'Fotografío una cosa para saber a qué se parece esa cosa una vez fotografiada'. La presencia de las figuras humanas contrapuestas con las multitudes y las calles en sus fotografías nos desvela una nueva manera de mirar, en la que la anarquía se traduce en una riqueza de formas y estructuras. Al estilo sesgado y frío de Winogrand se le asocia con el expresionismo abstracto y sus cortantes diagonales son análogas a los brochazos de la pintura de esos años. Si Robert Frank fue el fotógrafo fundamental de los 50, Garry Winogrand es uno de los más grandes de los años 60.

Sobre la serie Women are Beautiful de Garry Winogrand

Durante los años 60 se da un cambio de actitud entre las mujeres basado en un profundo ejercicio de libertad interior y exterior. El objetivo fotográfico de Garry Winogrand recogió como nadie esta transformación social y, durante toda una década, construyó un documento único e inédito que inmortalizó para la historia de la fotografía ese enérgico cambio. El llamado 'príncipe de las calles' se ganó el título gracias a su recorrido exhaustivo para recoger las actitudes de las mujeres en su vida diaria, actitudes que devinieron formas.

En síntesis, Winogrand captó con su cámara todos los detalles que forman y dan sentido natural a la representación. La ciudad es su escenario preferido y en ella, con sus edificios, sus aceras, semáforos y gentes, se testan los límites de la escala humana.

Women are Beautiful aparece en 1975, fecha en la que se publica el libro del mismo título. Hasta esa fecha, el empeño de Winogrand pasaba por fotografiar a mujeres en cualquier parte: en las piscinas, en las cafeterías, en las fiestas de sociedad y, sobre todo, en las calles de Nueva York. Huyendo del posado desnudo o el retrato de estudio, Winogrand exploró la manera en que las mujeres expresaban su sexualidad a través de sus vestidos, peinados, sus maneras, risas o susurros. Una de las imágenes más icónicas representa a una mujer en medio de una hilarante carcajada, con un cono de helado, frente a un escaparate con un busto de maniquí que recuerda a los que retrató Atget a principios del siglo XX.

Sobre Winogrand, han escrito que 'su gusto por la vida es más fuerte que su interés por el arte y le hace confrontarse a través de sus imágenes con las comedias de nuestro tiempo'. Women are Beautiful no se perfila simplemente como un ensayo superficial de los nuevos tipos de belleza; es un reflejo social de la contracultura, de las manifestaciones a favor del aborto, de la libertad sexual. No obstante, es innegable su carácter estético provocado gracias a bellas mujeres desacomplejadas, seguras de sus formas, consecuentes de la nueva etapa del esplendor americano.

Garry Winogrand, el 'príncipe de las calles'

Garry Winogrand (Nueva York 1928-1984) nació en el barrio Bronx de Nueva York. Estudió pintura en la Universidad de Columbia hasta que un amigo le enseñó una cámara oscura en el sótano del edificio de arquitectura. Durante unos años trabajó en publicidad o como fotoperiodista freelance y en los años 60 su estilo particular ya era aparente. Sus fotografías en las calles de Nueva York le convirtieron a un cronista importante de la vida moderna norteamericana. Su visión de la fotografía como documento social fue especialmente influenciada por los libros American Photographs de Walker Evans y The Americans de Robert Frank, ambos publicados en 1955.

El MoMA de Nueva York empezó a exhibir su trabajo en 1963, le incluyó en la mítica y seminal exposición New Documents junto con Diane Arbus y Lee Friedlander en 1967 y más adelante le dedicó dos exposiciones monográficas: The Animals (1969) y Public Relations (1976). Winogrand recibió tres veces la beca Guggenheim para proyectos fotográficos. Fue profesor del Chicago's Institute of Design y más adelante durante cinco años de la Universidad de Texas. A partir de 1978 se instaló en Los Ángeles, donde tomó fotografías de manera incesante, casi compulsiva.

Aunque fue un profesor siempre elocuente e integro, nunca habló de su propia fotografía. 'El autor es irrelevante una vez exista la obra. Las imágenes son lo único que hay', comentaba. Garry Winogrand está presente en todas las colecciones de los grandes museos: del MoMA a la Tate Gallery o el Centro Pompidou. En 1988, el museo neoyorquino le dedicó la gran retrospectiva Figments from the Real World.