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Alto concentrado en cultura Pop.

Hace ya algunos años el movimiento ahora archiconocido como Street Art fue un fenómeno popular admirado, copiado, divulgado y más tarde, como los cánones sociales actuales mandan, fue perseguido e irremediablemente globalizado.

Tachados de vándalos y castigados por la ley, los artistas no tuvieron más remedio que saltar de la calle a las galerías de arte, sin duda se trató de un renacimiento del arte, un movimiento casi 'Warholiano' ya que en realidad no se trataba de graffiti sino más bien de Pop Art en todo su jugo. Sin casi saberlo aquella horda de artistas, algunos ahora consagrados y otros merecidamente olvidados, abrieron el camino, un río multicolor con tantos afluentes como ... artistas emergentes puedan existir. Stencils, stickers, acrílicos y botes de spray fueron reclutados, enjaulados y casi abducidos por las galerías de arte más prestigiosas de todo el mundo para convertirse en los protagonistas de la cultura pop, aportando a la historia del arte nuevas técnicas y códigos creativos. Y después de tanto sacrificio artístico lo efímero se reencarnó en eterno, y en consecuencia llegó la aceptación y el respeto del ojo más crítico. Sin lugar a dudas: The Street Art Killed the Graffiti Star.

Entonces Crajes irrumpe en la escena como si de una pastilla de cultura pop concentrada se tratase. Este preparado contiene un alto concentrado de surrealismo aderezado con caos y desesperación. Nuestras heroínas aportan ingredientes letales de vida y de muerte. Un ejército infinito de imaginería que provoca mutaciones a iconos y leyendas del cómic el cine y la televisión. Crajes nos muestran su alma a través de una pequeña ventana. Una ventana batiente y crujiente muy del rollo Edgar Allan Poe. Su mundo, lleno de monstruos y destrucción, toys hechos de lápices de colores o esculpidos en plena transformación, una crisálida donde todo está manga por hombro. Y no deja de ser todo una forma de expresión, una crítica social plástica. No dejan de ser unas alquimistas, no dejan de ser una maravilla para los cinco sentidos.

Sin duda este dúo artístico hacen uso maestro de todas las referencias del arte urbano, del surrealismo, la pintura, la escultura y la cultura pop, nada escapa a su singular forma de crear y de sentir el arte. Me encantaría definir su obra como: Disney meets Osamu Tezuka. ¡Larga vida a Crajes!