-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Tras su paso por el Hammerson Art Space de Londres, Pilar Serra presenta el Ciclo Anillos, último proyecto de Adrián Navarro con el que su pintura se afianza en esa línea tan propia que establece conexiones y distensiones entre medio pictórico, realidad, arquitectura y percepción.

Cómo confinar la realidad -sensorial y formal- a un espacio claramente delimitado como el lienzo sin perder su frescura y libertad, es uno de los grandes retos de aquellos que han acompañado -y acompañan- a la pintura desde su origen. Y en esta empresa ... se encuentra Adrián Navarro (Boston, 1973. Vive y trabaja en Londres) que con su obra pictórica traza una línea de investigación creativa que profundiza tanto en los sistemas de percepción de la imagen, como en los mecanismos de construcción y representación simbólica de lo existente -entendido en toda su complejidad volumétrica, expresiva y visual- y por tanto, con la voluntad de mostrar esas contradicciones universales en las que se ven envueltos el ser humano, la sociedad, el entorno y el mismo lenguaje pictórico.

Si por un lado los cuadros de Navarro gritan su bidimensionalidad, por otro se muestran como ventana a una parcela de espacio ingrávido, a un paisaje virtual e ilusorio donde volúmenes geométicos demuestran su tiempo y tridimensionalidad en un flotar rítmico, musical. Esta relación tan directa de sus obras con el espacio, esta sensación que desprenden de poder ser transitadas, tiene una clara relación con la formación arquitectónica del artista, con la función más íntima de la disciplina, crear espacios habitables.

También la materia, el pigmento, contenido por esos anillos y a punto de explotar parece simbolizar la pulsión de la vida que juega tensamente por desatarse de lo opresivo, metáfora quizás de la realidad cotidiana del hombre contemporáneo. Así lo expresaba recientemente: 'El hombre es un ser alienado que piensa que es libre. A la pintura le ocurre lo mismo, es un medio libre y expresivo cuyo fin es la comunicación de una visión del mundo, donde no es posible esa libertad. Ésta es la paradoja que trato de representar'. La obra de Navarro explora la dicotomía entre el confinamiento físico y la libertad expansiva inherente a la pintura orgánica y, por extensión, al ser humano.

En 2001 Navarro comenzó su actividad artística en Nueva York tras titularse como arquitecto en Madrid. Desde 2006 se establece en Londres donde completó sus estudios artísticos en el Central Saint Martin´s College of Art & Design. Ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas y su obra se encuentra en colecciones como UBS Bank, Circa XX (Colección Pilar Citoler) o Caja Madrid.