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1000 caras / 0 caras / 1 rostro reúne a dos grandes artistas contemporáneos que han tratado en profundidad la complejidad de la representación del sujeto, junto con Frank Montero Collado, un perfecto desconocido cuyas fotos del siglo XIX y principios del XX se exhiben por primera vez.

La obra de Cindy Sherman (EE.UU., 1954) es una monumental investigación sobre las identidades y los poderes de representación de ... una fotografía actuada más que escenificada. Durante décadas ha desarrollado el proyecto aparentemente imposible de transformarse en otros, mimetizando sus identidades. En la exposición se incluyen sus series Bus Riders, Murder Mistery People, ABCDE y una selección de Untitled Film Stills en las que realiza una construcción y representación de personajes más directa y escueta. Por su parte, en la serie Retratos, Thomas Ruff (Alemania, 1958) despersonaliza al máximo a los sujetos, usando recursos que los igualan de forma repetitiva: ausencia de expresión, encuadre fijo, iluminación plana, vestuario y fondo neutros. Mientras en Sherman es una sola persona, ella misma, quien actúa a todas las demás, en Ruff se trata de personas reales que parecen una sola repetida al infinito. Junto a estos artistas mayores y globales, se incluyen las humildes fotos de Frank Montero Collado, un mexicano nacido a mediados del XIX, quien se escenificó a sí mismo en distintas etapas de su vida, retratado con atributos de sus ocupaciones o situaciones, a menudo teatralizados y quizás fabulados.