Alberto nos presenta aquí una serie de imágenes y esculturas que desdoblan los espacios creando formas que funcionan como puertas que se abren a otra dimensión.

Estas formas son simples, triángulos o rombos que en muchos casos aparecen en los frontispicios de las casas como respiraderos pero que tienen para el artista una función simbólica que enlaza el interior y el exterior.

Los lugares donde se ubican estas puertas aparecen aquí bajo un árbol o sobre sillas, la sillas delimitan un espacio físico, una silla vacía es una ausencia, un lugar que ha sido ocupado y el árbol es el eje entre los mundos inferior terrestre y el celeste, en Espacio Marzana ese árbol es la viga de madera que actúa como eje vertebrador de esta exposición en Espacio Marzana.