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En esta ocasión, Francisco Velasco (Pelúgano, Aller, 1955) presenta el fruto de sus últimas reflexiones, volcadas en unas innovadoras creaciones que el artista concentra en dos agrupaciones independientes, aunque interrelacionadas. Las mencionadas series de litografías Europa y Europeos están inspiradas en factores geográficos, humanos y socio-políticos emanados todos de la actual superestructura Unión Europea. Como viene siendo habitual en la trayectoria de este autor, estas obras últimas también han sido concebidas en forma de estampa sobre papel Wenzhou y en el formato de instalación litográfica tridimensional. Ya es sabido que Francisco Velasco entró en contacto con el Frans Masereel Centrum de Kasterlee (Bélgica), en 1991, donde pudo desarrollar diversas ediciones litográficas. Entre sus muchas exposiciones destaca su participación en la Bienal de Arte Gráfico de Lieja (2005 y 2007) o en la de Krakovia y Viena (2006 y 2007).

En la articulación de todas sus creaciones, las aguadas, las reservas, los reportes, los dibujos a crayon y a lápiz o los rayados han sido sus recursos más preponderantes. Estos procedimientos otorgan a su obra una notable fuerza expresiva, incrementada en determinadas aportaciones por el brillante colorido de las tintas metálicas. Tras la consistencia de sus fondos, cubrientes e unificadores, subyacen multitud de signos y de códigos gestuales que permanecen aletargados tras los orificios circulares de los troquelados de la etapa Clónicos. En dicha serie, el artista aportó, en su momento, una respuesta irónica a la cosificación de las nuevas tecnologías, dado que la producción industrial tiende a la multiplicación y a la seriación unificadora de formas, conceptos y elementos.

Color, gesto, signo, ampuloso trazo, tintas opacas, oros y platas y tintas metálicas viradas conforman el sustrato de su léxico actual, asimilado de su primigenio discurso de pintor. Su enérgica actuación ante la piedra se verifica sin lugar a dudas en composiciones de potente construcción como se ha podido advertir en la señera muestra Capilla de papel, celebrada en el Museo Barjola, en 2004. El artista ya ha demostrado, en diversas ocasiones, su interés por las estampaciones de gran formato, obtenidas por medio de composiciones múltiples de menores dimensiones, como bien ponen de relieve las presentes series Europa y Europeos.

La multiplicidad formal se concatena con la pluralidad conceptual, puesto que el artista también interpreta la superestructura de la Unión Europea como la suma de un conjunto de individualidades acopladas a un marco común sin renunciar, por ello, a sus particularidades más intrínsecas. Esta circunstancia justifica la imprecisión e inestabilidad de la conformación política de esta nueva Europa globalizada, cuya artificiosa noción ha sido expresada por el artista mediante la utilización de mapas que evidencian la diversidad geográfica y mediante franjas de color alusivas a las banderas nacionales, aunque excluidas de referencias específicas. También intervienen signos dispersos o imágenes de figuras inquietas, los europeos, que sugieren dispersión, búsqueda de puntos comunes y de anclajes sobre los que asentar este hipotético encuentro de naciones, que reúne lo propio y lo ajeno para formar un incongruente e incomprensible conjunto, multidisciplinar, mestizo, fascinante y al propio tiempo homogéneo.