Coincidiendo con la presentación de la exposición Joan Miró. La escalera de la evasión en la Fundación Joan Miró de Barcelona, el Museo de Historia de Cataluña acoge la muestra Joan Miró. Carteles de un tiempo, de un país. Coincidencia buscada, que supone una ocasión doblemente única para mostrar cómo la concienciación, el compromiso cívico, político y cultural de Joan Miró con su época, y muy especialmente con Cataluña, se plasmó en los diferentes ámbitos de su obra. Joan Miró. La escalera de la evasión pone de relieve cómo los acontecimientos históricos marcaron la obra de Joan Miró a lo largo de su vida, y cómo el artista, a pesar de su interés progresivo por ir hacia un aislamiento contemplativo, no se mostró indiferente ante aquellas situaciones que consideraba adversas o injustas. Al preparar esta exposición, que cuenta con algunas de las obras más relevantes de la carrera del artista, desde la...Fundación Joan Miró éramos conscientes de que no podíamos circunscribir las evidencias de este compromiso solo a su obra pictórica o escultórica. A lo largo de los años, y sobre todo en las postrimerías de la dictadura franquista y en los primeros años de la democracia, se acrecienta la implicación de Miró con aquellos organismos e instituciones que trabajaban en defensa de la cultura y de la identidad catalanas. Y podemos afirmar que esta implicación llega fundamentalmente de la mano del cartelismo. Por este motivo, gracias a la buen entendimiento existente entre la Fundación Joan Miró y el Museo de Historia de Cataluña, ambas instituciones emprendimos la preparación de la muestra Joan Miró. Cartells d?un temps, d?un país. La colección de la Fundación cuenta con un número importante de carteles, además de material documental que lo acompaña, como correspondencia, anotaciones y dibujos preparatorios que permiten profundizar en la aportación de Joan Miró en este campo. El Museo de Historia de Cataluña cuenta, en sus fondos, con dos obras de gran relevancia: el fondo del diario AVUI, para el que Miró había diseñado el cartel de presentación en 1976, y la maqueta del cartel Volem l?Estatut, de 1977. Ambos fondos han determinado el contenido de la exposición. A través de la exposición que ahora se presenta en el Museo de Historia de Cataluña, el visitante podrá conocer el contexto dentro del que Joan Miró creó su obra para el cartelismo. Esta arranca en 1919, cuando crea el proyecto destinado a anunciar la revista literaria francocatalana L?Instant ?que no llegó a imprimirse?, y alcanza uno de sus momentos más álgidos, tanto desde el punto de vista del compromiso ético y político como desde el punto de vista puramente artístico, con la maqueta del sello Aidez l?Espagne, que elaboró en 1937 para ayudar a la causa republicana y que finalmente fue realizado en pochoir y publicado en el número 4-5 de la revista Cahiers d?art. Pero será sobre todo a partir de 1966, con el cartel para el homenaje a Antonio Machado, y de 1968, con el que realiza con motivo de la conmemoración del Primero de Mayo en Barcelona, cuando el artista utiliza esta forma de expresión de forma continuada. Este estallido cartelista se produce, muy significativamente, durante los últimos años de la dictadura franquista, a la que responde de manera sutil pero contundente al mismo tiempo, para continuar en los años inmediatamente posteriores a la muerte de Franco, coincidiendo con un momento de reivindicaciones del derecho a la cultura, la lengua y el autogobierno de Cataluña, como evidencian los carteles para Òmnium Cultural, de 1974, el del Congreso de Cultura Catalana, de 1977, y los de la mencionada campaña Volem l?Estatut. Este importante trabajo dentro del mundo del cartelismo no solo se puede considerar el fruto de la rebeldía de Miró ante los acontecimientos políticos, sociales y culturales que le tocó vivir, sino también de la responsabilidad cívica que, según él, tenía que ser inherente al artista, y del deseo de que Cataluña ocupara un lugar propio dentro del panorama internacional. En este sentido, Miró se implica en iniciativas de apoyo a diversas instituciones y organismos internacionales de tipo humanitario, como lo demuestran el diseño de los carteles de la UNESCO para la aprobación de la Convención Internacional de los Derechos Humanos, sometido a votación en 1976, y el cartel para Amnesty International, los beneficios de la venta del cual fueron destinados a este organismo. No en vano ambos carteles son los únicos de esta exposición que incorporan en la litografía la huella de sus manos. En un ámbito similar, encontramos muestras de apoyo a iniciativas a favor de las artes escénicas, como el diseño del cartel y del folleto de la actuación de la primera gira internacional de Merce Cunningham Dance Company y John Cage, en 1966, en el Teatro Prado de Sitges, organizada por el Club 49. En 1978, colabora con el grupo La Claca para realizar el espectáculo Mori el Merma, del que también hizo el cartel. Así mismo, apostó a favor del teatro independiente en 1976 con el diseño del cartel del espectáculo Quiriquibú, de su amigo Joan Brossa. Así pues, es evidente que muchas de estas iniciativas también se ven favorecidas por el círculo más cercano a Joan Miró, como es el caso del pochoir Femme et chien devant la lune, 1936, que se editó, junto con pochoirs de Kandinsky, Calder y Hélion, para recaudar fondos para la publicación de la revista Síntesi, por iniciativa personal de Josep Lluís Sert. Con los carteles, Joan Miró fue capaz de captar la atención del destinatario, de transmitir los mensajes con eficiencia y claridad, de dar un toque de atención sin agresiones. Incluso en su producción artística más modesta y divulgativa, podemos comprobar que Miró no deja de sorprender. Confiamos en que Joan Miró. Carteles de un tiempo, de un país ayude a descubrir aspectos poco conocidos de Miró, como hombre y como artista, a los que han crecido en tiempos de democracia. Los carteles de Miró ponen de manifiesto las dificultades que había que superar para defender unos valores incuestionables, en un contexto frágil y lleno de incertidumbre. Los carteles de Joan Miró son, como la canción de Raimon, reflejo de un tiempo, de un país. A él, que conoció de cerca a Joan Miró, queremos agradecerle que nos haya permitido utilizar el título de una de sus obras. Le hacemos llegar desde aquí nuestro agradecimiento y nuestra admiración. Queremos dejar igualmente constancia de nuestro reconocimiento a aquellos profesionales, del equipo técnico de la Fundación Joan Miró y del Museo de Historia de Cataluña, que han preparado el proyecto. De una manera muy especial queremos destacar la intervención de Elena Escolar, que desde el Departamento de Conservación de la Fundación Joan Miró, con la ayuda de Ingrid Fontanet, ha coordinado el proyecto, en estrecha colaboración con Teresa Montaner, jefa de Conservación, y de Mariona Companys, del área de Museografía del Museo de Historia de Cataluña, que ha realizado esta misma labor, junto con la jefa de área Margarida Sala. Conscientes de la función de servicio que deben ofrecer centros como la Fundación Joan Miró y el Museo de Historia de Cataluña, celebramos que Joan Miró. Carteles de un tiempo, de un país nos haya permitido trabajar conjuntamente para que el público descubra un aspecto de la obra de Miró que, aunque algunos puedan considerarlo «menor», forma parte de un mismo proyecto personal y artístico. En él se concentra la personalidad del artista, la fuerza del mensaje y el trasfondo de una época que afortunadamente ya es historia. Rosa Maria Malet Directora Fundación Joan Miró Agustí AlcoberroDirector Museo de Historia de Cataluña
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
