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La galería Alarcón Criado presenta la primera exposición individual de la autora malagueña Clara González Ortega, nacida en 1984.

La joven autora acaba de terminar una estancia en la Academia de España en Roma, por la que ... ha sido becada con el proyecto Estudio del Cielo, que se presenta de manera inédita en la galería bajo el título de la exposición: 'Estudio del cambio: Roma 19.04.10- 23.04.11'. Recientemente ha obtenido la Beca Daniel Vázquez Díaz de Artes Plásticas del 2011.

Gonzalez Ortega se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Málaga y obtuvo el Ciclo Superior de Fotografía Artística San Telmo de Málaga. Actualmente estudia Humanidades en la Universidad Juan Carlos I de Madrid.

Estudio del cielo está concebido como una nueva forma visual de materializar el tiempo que profundiza en los conceptos del uso objetual y de posesión implícitos en la razón de ser de la invención del tiempo mismo. A partir de este análisis se plantea la creación de un calendario formado a partir de la observación fotográfica diaria del cielo, es de este modo como pretendo poner de manifiesto la estipulada concepción numérica del tiempo para rescatar lo que ella misma ha enmascarado, es decir la realidad visible que se sucede sin parada, sin ser y sin saber ni siquiera que es tiempo no siendo más que un ciclo constante repetido y a la vez variante. Además y con un interés no menos importante pretende ser una reflexión sobre los agentes meteorológicos por su indiscutible vinculación a los estados de ánimo.

Este proyecto se inicia desde una necesidad personal vital de reflexionar sobre los instrumentos de medición del tiempo, es decir de las formas estipuladas y existentes de las que nos valemos para contabilizarlo: la hora, el día, el mes, el año. Si indagamos en la razón de significar y de ser de estos instrumentos nos damos cuenta de que han sido creados como la forma de responder a los cambios que se suceden en la apariencia física de la realidad visible,imponiéndose al hombre al renombrar lo que en definitiva son los movimientos de Rotación y Traslación.

Desde esta invención la vida más que nunca comienza a estar vinculada a un calendario, para delegar todo su movimiento a las fechas, para vivir en números; días de la semana, meses, años. Con ello el tiempo comienza a existir, comienza a ser tangible, empieza a ser un número. Así, el movimiento de la tierra que es cambio constante deja de desvanecerse para poder ser poseído, y a entenderse como algo que se tiene, que se puede manejar, que se puede planificar. El cambio deja de ser cambio en sí mismo y se objetualiza, constituyéndose como un ser fraccional, hablamos de segundos, minutos, horas, meses, años. Con la existencia de la fracción se crea la posesión y al sumar fracciones posemos parcelas de tiempo.

Es ahí donde mi proyecto formalmente cobra sentido; mi estudio se temporaliza comienza y acaba, estipula una cronología para hacer del resultado final una forma de posesión de una parcela de tiempo.