Débora Arango, la mujer polémica, la primera en pintar desnudos e ilustrar con ironía y humor la situación política de una época; la mujer censurada por las instituciones y unos cuantos.

El siglo XX se inunda con la presencia de la obra de Débora Arango, una artista que pudo significar la apertura hacia nuevas alternativas para el arte realizado por mujeres. Retratos de prostitutas y mujeres desplazadas por la sociedad, habitan la obra de la artista mostrando así su interés por la condición de la mujer en la sociedad.

El trayecto de la obra de Arango se inicia con el optimismo naturalista de la época de expresión pagana, que produjo una nueva mirada sobre la mujer.

Le sucedió una obra de crítica social que parece asentada en la convicción del poder transformador de ... la pintura; luego evoluciona hacia una representación dominada por un clima de desolación y atmósfera ciega donde reina el horror ante la destrucción y la inminencia de la muerte.

Discípula de los maestros Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez, Arango respondió a una situación política y social, sobrepasando a sus maestros y a su época. En 1939 dio a conocer sus desnudos por primera vez en el club unión, periodo en el que empezó a pintar independientemente y que podemos describir como de expresión pagana. Hacia 1940 sus cuadros de sólida composición y color muy expresivo, sobrepasaron la mera descripción y esta expresión pagana apareció ligada a una reflexión y crítica social más allá de la sensualidad de sus desnudos anteriores. En 1949 participó en el salón de Artistas antioqueños en Bogotá y para el año de 1986 la artista donó parte de su colección al Museo de Arte Moderno de Medellín.