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SIN DISCURSO POSIBLE es una catarsis de imágenes, un sistema de saneamiento personal para llegar a otras fronteras.

SIN DISCURSO POSIBLE es un campo abierto a la imaginación, a vías de conocimiento no practicadas antes por el autor, para triturar el imaginario propio y aplastar la propia ideología.

En SIN DISCURSO POSIBLE, las letras, las imágenes y el dibujo son el ingrediente, la argamasa para construir un hábitat posible. La alianza entre los elementos no construye, más bien se desvanece para producir una atmósfera que nos remite al arte. Que es el arte sin ideología, sólo arte.

LOS MATERIALES discurren solos, sin convicción, podría ser ésto o aquello, aunque -contagiados por lo efímero-urbano no persiguen ... signos de eternidad - ni bronce ni hierro, ni piedra ni metal, tampoco mármol, más bien papel, tejido y superficies volátiles. El aspecto flotante y aéreo de las imágenes lo demuestra.

SIN DISCURSO POSIBLE es una cura de humildad y una forma de fortaleza. Tratar de olvidar parte de lo aprendido a estas edades, una forma de esquizofrenia controlada.

SIN DISCURSO POSIBLE muestra vías de trabajo que no serían posibles sin la investigación. Salpicaduras de lo que está por venir y conexiones con otros mapas de trabajo.

SIN DISCURSO POSIBLE es una bienvenida a lo otro y a lo de más allá..., al mapa de las ciudades arrugado y vuelto a estirar, a la capacidad armonizadora de las mujeres para que el mundo no sea sólo materialismo y destrucción, a la construcción de las cosas, A LA IRA DEL PARARRAYOS HARTO DE RECIBIR FUEGO, a la solemnidad del paisaje que nos enseña a vivir, a las gaviotas y demás pájaros y animales... En fin, a festejar el mundo y a celebrarlo como la última vez.