-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

A partir del minucioso registro de las incidencias ocurridas en las salas de exposiciones del Centro-Museo desde su apertura en 2002, la muestra empuja a reflexionar sobre la pluralidad de percepciones ante el mundo del arte y ... a observar cómo se manifiesta una sociedad compleja en un lugar tan reglamentado como un museo. No tocar, por favor está comisariada por Jorge Luis Marzo y en ella intervienen Joan Fontcuberta, Guillermo Trujillano, Mireia c. Saladrigues, Andrés Hispano, Félix Pérez-Hita, Arturo 'fito' Rodríguez, Oier Gil, Sandra Amutxastegi y Pau Figueres. Es una producción de ARTIUM que cuenta con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava.

El hecho de mostrar un objeto -una obra de arte- en el interior de un museo hace que la gran mayoría de los visitantes adopte una distancia prudente ante ella. A ello contribuyen las indicaciones que desde el propio museo imponen las señales, los rótulos, el personal de sala, los cordones y cámaras de seguridad... De hecho, se puede colgar en sus paredes un objeto que nada tenga que ver con el arte y los rituales corporales del observador serán los mismos.

En todo caso, en determinadas ocasiones el comportamiento del público puede no responder a lo que se considera apropiado en un museo. Precisamente el proyecto No tocar, por favor parte del análisis del minucioso registro de incidencias en las salas de exposiciones de Artium desde su apertura en 2002. Tal y como afirma su comisario, Jorge Luis Marzo, 'este registro supone una ventana abierta para explorar los comportamientos y actitudes de los visitantes frente a las obras de arte y frente a la propia institución museística. (...) Estas incidencias revelan constantemente tensiones ante la autoridad y la disciplina. (...) Nos comentan la función de los vigilantes, de los guías, del valor de los originales, o del propio público como objeto de la exposición'.

No tocar, por favor es un proyecto desarrollado de forma coral, en el transcurso de múltiples reuniones entre todos los participantes, con el análisis de documentos e informaciones que se han ido incorporando al blog del proyecto y con el desarrollo de los distintos trabajos que finalmente se integran en el espacio expositivo. Y fuera de él, puesto que en el exterior Guillermo Trujillano ha modificado la primera impresión que recibe un visitante del Centro-Museo al voltear el gran logo de Artium que figura sobre su entrada principal. Trujillano ha intervenido además sobre la obra Mirador mirando, de Jorge Oteiza (1957), ubicada en el exterior del museo, a la que, ha revestido de manera que, manteniendo prácticamente su forma y aspecto, sea posible 'intervenirla' sin que sufra daños. Ya en la sala, el artista ha realizado una tosca reproducción en cartón de la misma: un objeto expuesto en el museo que reproduce una conocida obra de arte y que despierta la duda en el espectador.

Justo a la entrada de la exposición, otra intervención de Guillermo Trujillano reproduce la manera en la que el Museo del Louvre expone La Gioconda de Leonardo da Vinci, aunque en la hornacina entreabierta se muestra Composición cubista, de José Moreno Villa, una de las piezas más 'clásicas' de la Colección Artium. Al otro lado de la entrada, una serie de fotografías de Mireia c. Saladrigues, Mind your manners! #1, junto a una vitrina con el libro de visitas del museo. Una serie de imágenes de Félix Pérez-Hita muestra cómo el proceso de limpieza de graffitis puede contener connotaciones artísticas.

La entrada al espacio expositivo propiamente dicho está 'vigilada' por un puesto de vigilancia con todos los elementos propios de éste, una propuesta de Andrés Hispano. Hispano es el autor de seis pinturas sobre tabla que reproducen algunas de las situaciones descritas en las hojas de incidencias, mientras que Arturo 'fito' Rodríguez, Oier Gil, Sandra Amutxastegi y Pau Figueres presentan una serie de vídeos en los que se escenifican algunas de esas situaciones. De frente, una pared aparece completamente empapelada con hojas oficiales de incidencias.

Pérez-Hita ha acomodado en un pequeños espacio diez viñetas originales de Miguel Brieva y de El Roto referidas a los museos y sus visitantes. Junto a ellas se expone el cuadro que aparece en una de ellas. Además, el grupo ha elegido varias piezas de la serie de ilustraciones Cómo mirar el arte de Ad Reinhart, mientras que Joan Fontcuberta presenta Gastropoda, una instalación con fotografías en las que reproduce el estado en que quedan las invitaciones de museos y galerías que recibe en su domicilio, cuyas imágenes en ocasiones acaban devoradas parcialmente por los caracoles de la zona. Fontcuberta ha creado además Memoria, una intervención integrada por diez placas de granito en las que se han grabado sendas incidencias y que se han colocado en el mismo lugar en que se produjo la incidencia dentro del centro-museo.

La visita concluye con una gran instalación de ocho vídeos de Mireia c. Saladrigues en los que recoge los testimonios de otras tantas personas que han robado en distintos museos y salas de arte, sus motivaciones y sus consecuencias.

El trabajo colectivo del proyecto No tocar, por favor ha crecido durante meses en torno al blog del mismo título, en el que los participantes han recuperado y publicado información y documentación en torno al tema de la exposición.